ASIA/JAPON - La “Pacem in terris” en japón contagia a la sociedad

jueves, 10 octubre 2013

Tokio (Agencia Fides) – 50 años después de su publicación, la Encíclica “Pacem in Terris”, dirigida por el Papa Juan XXIII a la Iglesia y a todos los hombres de buena voluntad, sigue siendo de gran actualidad y en Japón está viendo una “segunda juventud”: como señalan fuentes de Fides en la Iglesia japonesa, una nueva traducción del texto, elaborada por la Comisión Episcopal para las cuestiones sociales está circulando en las diócesis, asociaciones, movimientos y comunidades, despertando gran interés, incluso entre los no cristianos. “La Encíclica envía un fuerte mensaje a la sociedad moderna, incluso después de 50 años. Su mensaje es pilar para construir la paz en el mundo y es un alimento muy útil para la reflexión en el Año de la Fe”, explica en una nota enviada a la Agencia Fides S. Exc. Mons. Peter Takeo Okada, Arzobispo de Tokio y presidente de la Conferencia Episcopal de Japón.
El texto, dice el arzobispo, recibe mucha atención en toda la sociedad japonesa, ya que ofrece enseñanzas sobre los derechos y responsabilidades de los hombres, sobre la autoridad del Estado y el bien común, y porque toca temas como la verdad, la justicia, la solidaridad, el desarme y el desarrollo económico. Lo que interpela de una manera especial al pueblo japonés es la idea de que los fundamentos de la paz se basan en la protección de la dignidad y los derechos humanos. “La Encíclica enseña que la paz sólo puede lograrse cuando una sociedad permite a cada persona vivir su vida en plenitud, de un modo plenamente humano. Esta verdad interroga en lo más profundo el modelo de desarrollo de cualquier país moderno, incluyendo a Japón”, comenta el arzobispo.
Mons. Okada, 50 años después de la Encíclica, recuerda a un debate que atraviesa la sociedad japonesa de hoy: la propuesta de modificación de la Constitución, especialmente del art. 9, que establece que el país no puede tener un ejército ofensivo, sino sólo “tropas para la defensa propia”. Para los obispos el art. 9 es un tesoro del que Japón se siente orgulloso. Refleja la enseñanza de Jesucristo sobre el amor. Gracias a este enfoque, Japón nunca ha matado a nadie en la guerra y ningún ciudadano japonés ha perdió la vida en un conflicto. Es nuestra responsabilidad fundamental proteger este artículo y hacer todo lo posible para preservarlo”. “Como ciudadanos fieles, llevamos al plano de la política nuestra fe en el camino de la paz”, dice el Arzobispo. (PA) (Agencia Fides 10/10/2013)


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