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Roma (Agencia Fides) - Poner bajo control las organizaciones de tráfico de personas y contribuir al desarrollo social, político y económico de los países de origen de la emigración. Estas son las propuestas formuladas en una entrevista con la Agencia Fides, por Mons. Giorgio Bertin, Obispo de Djibouti y Administrador Apostólico de Mogadiscio, para evitar la repetición de tragedias como la que ha ocurrido en las costas de Lampedusa, donde se teme que al menos 300 migrantes hayan muerto en el naufragio de una barca. La mayoría de estas personas procedían de la región del Cuerno de África, en especial de Somalia y Eritrea, y han muerto al tratar de llegar a las costas de Italia.
“Yo decidí venir a estos países como misionero, y he comprendido que la verdadera respuesta a estas tragedias no se encuentra en el Mar Mediterráneo o en el Golfo de Adén, sino en el solucionar los problemas económicos, políticos y culturales de los países de la emigración. Está claro que es necesario realizar esfuerzos a largo plazo pero al mismo tiempo me parece claro que este es el discurso que abordar”, dice Mons. Bertin.
El Obispo de Djibouti añade que “en lo inmediato se debería poner bajo control a las organizaciones de traficantes de personas, que atraen a los potenciales migrantes y refugiados, convenciéndolos con falsas perspectivas. Los migrantes tienen su propia ilusión de encontrar el paraíso terrenal en el Yemen, en Italia o en Europa, lo cual no es cierto. Una ilusión que es incrementada por las organizaciones de traficantes que embarcan a estas personas en medios de transporte extremadamente peligrosos”.
“Así que a largo plazo, no debemos desistir de los esfuerzos para apoyar a los países de origen de la emigración desde el punto de vista de la política, la economía y la cultural. No se trata sólo de un discurso económico: hay que fomentar el desarrollo de los derechos humanos en estos países porque los migrantes también aspiran a ello. Y esta es la verdadera respuesta al problema”, insiste Mons. Bertin. “A corto plazo, se debe poner bajo control de inmediato a las organizaciones que trafican con seres humanos, que son una auténtica plaga y son responsables de tantas muertes”, concluye el Obispo (L.M.) (Agencia Fides 4/10/2013)
