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Caracas (Agencia Fides) – Con un sentido llamamiento para que se ponga fin a la violencia también en Venezuela, el cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas,
, ha concluido la celebración que ha presidido en la Basílica Santa Teresa en la jornada mundial de ayuno por la paz de Siria diciendo: “Los que detentan el poder tienen un mayor compromiso de trabajar por la paz en Venezuela” ha dicho el Cardenal a los representantes de los medios al final de la Misa, “en el país mueren más personas por la violencia que por algunos conflictos bélicos”.
Según la información de la Agencia Fides, el Cardenal ha pedido que se detenga la violencia contra los niños, contra las mujeres y aquella ejercida por algunos funcionarios del Estado: “Esa es violencia política, es agresividad (...) que se practica por el mal uso de las leyes contra las personas a las que no se le somete a un debido proceso”. Según la nota, el Cardenal se refería al caso de Víctor Manuel García y Leocenis García, 2 personajes públicos detenidos a la espera de un juicio.
En esta ocasión el cardenal felicitó a Mons. Prieto Parolin, que ha participado en la celebración, por su nombramiento como Secretario de Estado en el Vaticano. Mons. Parolin, que había sido invitado por el Cardenal para la celebración estaba también presente, come refiere UnionRadio a Fides, para rezar ante el “Nazareno de San Pablo”, la imagen de piedad popular más emblemática de Caracas, por su nuevo cargo. El Arzobispo, hablando brevemente con los periodistas antes de la celebración, ha subrayado la importancia de los laicos: “El laicado en Venezuela representa una gran fuerza que trabaja por la misión dela Iglesia, bien sea a título personal o en movimientos organizados. Es un patrimonio muy precioso y les pido que se lancen a la arena de la vida diaria: en la política, en la cultura, en los medios de comunicación. Allí donde los hombres viven, trabajan, luchan, sufren y gozan”. En este sentido, ha recordado los lineamientos del Concilio Plenario Venezolano para los laicos: “Deben saber poner la levadura del Evangelio; ser sal y luz de esta sociedad venezolana, porque el laicado venezolano debe decir una palabra fundamental para resolver los problemas de este país”. (CE) (Agencia Fides, 09/09/2013)
