AFRICA - Jornada Mundial de la alimentación: Continúa siendo un espejismo disminuir a la mitad el número de personas malnutridas en el mundo para el 2015. Receta de Amref: desarrollo autónomo y soberanía alimenticia

viernes, 15 octubre 2004

Roma (Agencia Fides) - En vísperas de la Jornada mundial de la alimentación, el objetivo del milenio fijado en el 2000 por la comunidad internacional para disminuir a la mitad para el 2015 el número de personas malnutridas y que padecen toda clase de enfermedades provocadas por una escasa alimentación, continua siendo un espejismo.
Son todavía más de 840 millones, las personas que continúan padeciendo hambre y un número todavía mayor, las que sufren por carencia de micronutrientes en todo el mundo. Más de seis millones de niños mueren cada año a causa de la malnutrición y la falta de hierro, yodo o vitamina A provoca daños cerebrales, retrasos en el crecimiento y ceguera.
África es el continente que paga el precio más alto a la plaga del hambre. Un tercio de las personas subalimentadas, viven, en efecto, en el área sub-sahariana, la región del mundo con la más alta proporción de hambrientos, equivalente al 40% de la población total. El 20% de las mujeres africanas embarazadas, mueren por falta de hierro.
Para AMREF, Fundación africana para la Medicina y la Investigación, que trabaja desde siempre en la lucha por el derecho a la salud de la población del África oriental, la única solución posible para invertir la tendencia abraza muchos sectores. En particular, la asociación interviene estimulando la productividad agrícola y por lo tanto, la independencia económica de las comunidades rurales, como en el caso de los proyectos de microcrédito a favor de los campesinos del distrito de Kibwezi, en Kenia, un país que sufre constantemente las consecuencias de la carestía. Pero la grave falta de alimentos, más que a la carestía, se debe a la falta de una seria planificación del gobierno y, sobre todo, a la dificultad de acceso al agua.
Precisamente por esto, la asociación está realizando un programa de abastecimiento hídrico a favor de las comunidades más vulnerable. Es el caso del territorio árido del distrito de Makueni, donde la venta de carbón es la única fuente de subsistencia que le queda a la población. Pero en estos momentos, que también ha disminuido el número de árboles en proporciones alarmantes a causa de la deforestación y del empobrecimiento de la tierra, la situación es todavía peor para la agricultura.
En África, además del hambre esta situación es a menudo una consecuencia directa de los numerosos conflictos que permanecen en el silencio en el mundo occidental. (AP) (15/10/2004 Agencia Fides; Líneas: 32 Palabras: 433)


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