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Antioquía (Agencia Fides) – La víctima de los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad que ha proseguido durante la noche de ayer en Antioquía, en la provincia sur-oriental de Hatay es un joven alawita de 22 años. Fuentes locales contactados por la Agencia Fides informan que esta mañana el centro de la ciudad estaba custodiado por agentes de la policía anti-disturbios uniformados y al menos seis camiones del cuerpo de la gendarmería militar estacionados en el área adyacente a la oficina de correos. El barrio alawita ha sido el principal foco de las protestas antigubernamentales que han estallado en la ciudad. La percepción general es que alrededor de la protesta que ha estallado en Estambul contra el exceso de construcción en el parque de la zona de Taksim se están acumulando todos los resentimientos de varias matrices contra el gobierno de Erdogan y su política acusada de llevar a cabo un proceso de islamización de la sociedad turca. En este contexto, parecen resurgir incluso los impulsos anti-régimen de la minoría alawita, que nunca se ha olvidado de la brutal represión sufrida desde los tiempos del Imperio Otomano. “Lo que ha pasado en Antioquía esta noche”, informa a la Agencia Fides el padre franciscano capuchino Domenico Bertogli, párroco de la Iglesia católica de rito latino “es un asunto muy serio. Ahora que se ha derramado sangre, las cosas tienden a degenerar. Las protestas continuarán hoy. Para manejar este tipo de situaciones, se necesita sabiduría para saber cuando dar algún paso hacia atrás, cuando es necesario”. Los alawitas representan casi la mitad de los 200 mil habitantes de Antioquía. En muchos pueblos de la provincia de Hatay toda la población pertenece a este grupo religioso de derivación chiíta que también ha monopolizado el liderazgo político-militar del régimen sirio de Assad, cuyos opositores han encontrado en el gobierno turco de Erdogan un importante aliado. (GV) (Agencia Fides 4/6/2013)
