ASIA/PAKISTAN - ¿Qué esperanza les queda a los cristianos después de las elecciones? El meollo de la blasfemia

sábado, 1 junio 2013

Islamabad (Agencia Fides) – ¿Cual es el futuro de los cristianos en Pakistán? Después de las recientes elecciones que han llevado al poder al partido “Pakistan Muslim League-Nawaz” (PML-N) y decretado nuevo Primer Ministro a Nawaz Sharif, muchos cristianos se muestran escépticos. En una reciente conferencia celebrada en Lahore, un grupo de líderes políticos cristianos ha dicho que los fieles están preocupados por su futuro. Entre las principales cuestiones problemáticas, como ellos mismos han explicado, se encuentra la ley de blasfemia, que se utiliza a menudo para atacar a las minorías cristianas.
Nadeem Anthony, abogado cristiano, dice a la Agencia Fides: “La mayoría de los cristianos no tiene grandes esperanzas en el futuro gobierno de Sharif, debido a su enfoque religioso conservador y a sus vínculos con grupos fundamentalistas. Sharif también se ha mostrado anteriormente a favor de la ley sobre la blasfemia, que es una de las principales causas de los problemas de los cristianos en Pakistán”, recuerda. Mientras la ley sobre la blasfemia no sea revocada o modificada – señala - los cristianos seguirán sufriendo como en el pasado.
Agrava aún más la situación la reciente publicación de un nuevo informe sobre los graves ataques contra los cristianos en Gojra donde 8 cristianos fueron quemados vivos, entre ellos dos niños, en 2009. El texto del Informe, enviado a la Agencia Fides, indica entre los responsables de la masacre a algunos miembros del partido “Pakistan Muslim League-Nawaz” que en aquel momento acababa de ser elegido para el gobierno de la provincia de Punjab, donde ocurrió la masacre. El ataque, que ocurrió el 31 de julio de 2009, fue un “castigo masivo” con cientos de hogares cristianos quemados tras las acusaciones infundadas de blasfemia contra tres cristianos.
El ataque tuvo lugar ante la indiferencia de la policía y por instigación de los líderes políticos del PML-N. Las familias cristianas no tuvieron escapatoria ante una multitud enfurecida de unas 7.000 personas. En los años siguientes, el gobierno de Punjab se hizo cargo de la reconstrucción de las viviendas, pero 50 familias decidieron abandonar el país de forma permanente. Otro capítulo grave relacionado con este episodio es el de la impunidad: porque hasta ahora sólo 17 personas fueron acusadas de asesinato y 113 puestas en la lista de sospechosos de haber participado en la masacre, pero todos fueron puestos en libertad al cabo de unos meses: “Los testigos fueron intimidados sistemáticamente y obligados al silencio”, ha dicho a la Agencia Fides el director ejecutivo de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán, Peter Jacob. (PA) (Agencia Fides 3/6/2013)


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