AMERICA/EL SALVADOR - Tregua o proceso de paz, pero la población sufre aún la violencia, denuncian los obispos

miércoles, 15 mayo 2013

San Salvador (Agencia Fides) – La tregua entre las bandas del País, establecida el 9 de marzo de 2012 (véase Fides 28/03/2012) “no ha dado los resultados que la población honesta y trabajadora se esperaba”. Lo afirman los obispos del Salvador en una declaración que ha sido leída el domingo pasado en la catedral de la capital por Mons. Gregorio Rosa Chávez, Obispo auxiliar de San Salvador.
“Los robos, extorsiones y otras actividades ilegales llevadas a cabo por miembros de las pandillas continúan, por este motivo, la población no percibe los beneficios de la tregua”, afirma el documento de los obispos.
En menos de 24 horas, los principales líderes de pandillas han respondido al comunicado emitido por la Conferencia Episcopal, expresando su sorpresa por le hecho que, a su modo de ver, la Iglesia no ha entendido que “se trata de un proceso de paz y no solo de una tregua” y que “la paz será posible solo cuando el proceso obtendrá el consenso de todos”. Los jefes de las bandas han subrayado que “el problema de la violencia social tiene raíces estructurales muy profundas, y el proceso es complejo, sobre todo si se tiene en cuenta que es el resultado de más de dos décadas de guerra”. “Nos extraña que el comunicado de la iglesia no mencione los logros de esté proceso, pasando por alto las más de tres mil vidas salvadas”, han añadido después. “Al menos estamos consiguiendo quitar al Salvador del primer puesto como país más violento del mundo” han dicho para terminar.
En las cárceles de todo el país están recluidos más de 10 mil miembros de pandillas, y se estima que las personas en libertad son unos 50 mil. Desde hace algo más de un año las principales bandas han firmado una tregua. El pacto ha tenido un primer resultado positivo: el promedio de los asesinatos diarios ha disminuido de 14 a 5, pero, según la declaración de los obispos, la situación de la población del país no ha cambiado porque han continuado sucediendo otros actos de violencia: robos, represalias, secuestros y especialmente las extorsiones ordenadas desde las prisiones para sostener a las familias de los condenados. (CE) (Agencia Fides, 15/05/2013)


Compartir: