ASIA/MYANMAR - Llamamiento del Arzobispo de Yangon a los líderes religiosos “construyamos la paz y la armonía”

sábado, 4 mayo 2013

Yangon (Agencia Fides) – “Lanzar juntos un llamamiento a la paz y la armonía interreligiosa”; “instar al Gobierno a que tome medidas urgentes para proteger a las comunidades más vulnerables y detener a aquellos que incitan al odio y la violencia”: este es el mensaje sincero dirigido a todos los líderes religiosos de Myanmar de Su Exc. Mons. Charles Maung Bo, Arzobispo de Yangon, mientras el país está atravesado una espiral de violencia interreligiosa, provocada principalmente por grupos budistas contra comunidades musulmanas (véase Fides 3/05/2013)
“Me rompe el corazón ver surgir el odio y la intolerancia religiosa en Myanmar, y aún más al ver olas de violencia y destrucción terrible”, escribe el obispo, en un mensaje enviado a la Agencia Fides. Es un sincero “llamamiento personal a mis hermanos y hermanas budistas y musulmanes a unirse para construir una nación en la que personas de todas las religiones y grupos étnicos puedan vivir en el respeto recíproco, en paz y dignidad”, subraya.
El arzobispo dice estar “muy preocupado”. De hecho, “si la violencia que vimos en Oakkan y en otros lugares, y anteriormente en Meikhtila y en el Estado de Rakhine, continúa, nuestra frágil libertad podría verse desgarrada y Myanmar podría caer en un círculo vicioso de odio, violencia y caos”.
El mensaje invita a “cuantos desean la paz y la armonía a unirse y hablar abiertamente”, pide a todos los líderes religiosos que busquen “lo más hermoso que existe en sus enseñanzas y filosofías” y vivir de acuerdo a los principios del “Metta” (amor bondadoso), “Karuna” (compasión), “Salam” (paz).
El Obispo recuerda preceptos como “ama a tu prójimo como a ti mismo”, y retoma las palabras del Papa Francisco, que recientemente ha invitado a los cristianos a ser una “comunidad de amor”. “Extiendo el llamamiento del Papa a todo el pueblo de Myanmar”, dice, señalando “las nuevas oportunidades que se abren en Myanmar, para construir una nación libre y abierta al mundo”. “Pero, para ser una comunidad con una visión positiva del futuro - concluye - tenemos que ser un pueblo que dice 'no' al odio y la violencia. Por esta razón, desde lo más profundo de mi corazón, grito dos palabras a mis hermanos y hermanas de todas las comunidades de mi amado país: paz y amor”. (PA ) (Agencia Fides 4/5/2013)


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