ASIA/SIRIA - El obispo Audo: “Los secuestros son una plaga: el objetivo es el dinero”

miércoles, 24 abril 2013

Aleppo (Agencia Fides) – Más que la religión, la razón es el dinero. En una entrevista con la Agencia Fides, el obispo caldeo de Aleppo, Mons. Antoine Audo, sostiene que “el flagelo del secuestro”, que afecta a la nación, tiene como finalidad principal sobre todo “la búsqueda de dinero por parte de las bandas armadas”, diseminadas por todo el país. Una espina, de más, que contamina la imagen heterogénea de las fuerzas sobre el terreno: para muchos el conflicto sirio es, por lo tanto, un “buen negocio”, que a alcanzado los 2.000 casos de secuestro con fines extorsivos.
El Obispo Audo dice a Fides: “Un cristiano armenio, George, estuvo secuestrado durante tres semanas, mientras iba de Damasco a Aleppo, y liberado después de pagar un rescate de 15 mil dólares me dijo que el emir del grupo sólo quería dinero, no le interesaba la ideología o la religión. En otro caso, un sacerdote secuestrado en el sur, el p. Hasan, fue puesto en libertad después de 11 días, cuando los familiares reunieron, con dificultad, 100 mil dólares. Antes de ser puesto en libertad dijo a sus secuestradores: 'Os perdono a todos, y si hice algo mal, le ruego que me perdonen'. En ese momento, el emir - que es el líder del grupo - empezó a blasfemar contra Allah. Así que estos mismos grupos islámicos no son sinceros, son fanáticos que utilizan la religión y tienen como único propósito hacer dinero”.
Al preguntar a Mons. Audo, que es presidente de Cáritas Siria, si no tiene miedo de ser secuestrado, responde: “No tengo miedo, soy prudente, uso mi inteligencia. No voy a zonas demasiado peligrosas. Y cuando voy a los centros de Cáritas o a visitar a los refugiados, muchos jóvenes me acompañan, por iniciativa propia, porque dicen que 'todo ha cambiado' y que quieren protegerme”.
Ante la destrucción de Siria, se podría caer en la desesperación pero Mons Audo nos dice: “Soy Obispo en Siria desde hace 25 años; hemos construido iglesias, centros de catequesis, centros pastorales... Ahora empezamos desde cero. Vivimos en la precariedad, pero debemos mantenernos firmes. Sólo la fe impide a los fieles rebelarse contra Dios, pero nos preguntamos, ¿cuando tendremos paz?”.
“En Siria – continúa el Obispo – tenemos un patrimonio de valores que defender, sobre todo la unidad en la diversidad de culturas y religiones. El conflicto no es sectario o confesional. Hoy en día hay luto y violencia. Hace años se vivía en opresión y la gente tenía una libertad sólo de fachada. Los valores que queremos tener son la libertad y la democracia, pero se necesita tiempo para que maduren, para educar a la opinión pública a la dinámica de la democracia y a centrar la vida en el concepto de ciudadanía. Tenemos que salir de la trampa de ver al otro o como un 'kafir', es decir 'infiel', a nivel religioso; o como un 'traidor' en el plano político. Tenemos que revertir este enfoque. La Iglesia señala el camino del Concilio Vaticano II, que promueve el ecumenismo, la libertad religiosa, el diálogo, el servicio de la verdad en el amor. Mi deseo más profundo es que Siria no pierda la esperanza” (PA) (Agencia Fides 24/4/2013)


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