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Pyongyang (Agencia Fides) - Aislado del resto del mundo, en parte por el gobierno local y en parte debido a las sanciones impuestas al país, Corea del Norte está pasando por una profunda crisis económica, política y social, agravada por una nueva hambruna que está afectando a la población. Hambrientos, los habitantes de la provincia de Hwanghae continúan desenterrando cadáveres y matando a sus propios hijos para hacer frente al hambre (véase Fides 28/1/2013).
Recientemente, un hombre ha sido condenado por matar y comerse a sus dos hijos, así como otro hombre que ha cometido exactamente el mismo delito contra su propio hijo. The Sunday Times ha publicado la declaración de un funcionario del Partido de los Trabajadores de Gobierno coreano: “En un pueblo en el condado de Chongdan, un hombre enloquecido por el hambre ha sido detenido por haber cocinado a su hijo y comido su carne”. El hambre es un fenómeno desgraciadamente muy común en el país. En 2011 también se registraron varios episodios de canibalismo, entre ellos un hombre que mató y se comió a su novia. (AP) (16/2/2013 Agencia Fides
