ASIA/SIRIA - Llamamiento de la población de Mesopotamia, abandonada a sí misma

jueves, 17 enero 2013

Hassakè (Agencia Fides) – Hassakè, capital de Mesopotamia (Siria Oriental), es una ciudad fantasma, aislada del resto del mundo. La población está sufriendo por el frío, no queda combustible, el agua es escasa, sólo hay una hora de electricidad al día. Más de 25 mil cristianos (sirio-ortodoxos, sirio-católicos, caldeos, armenios), lanzan la vos de alerta por su supervivencia a través de algunos mensajes recibidos por la Agencia Fides.
Después del llamamiento realizado hace dos meses por los tres Obispos de la región, que “lanzaba un SOS para evitar la catástrofe” (véase Fides 23/11/2012), “no se ha hecho nada: nadie se preocupa de la población exhausta de Hassakè, que tiene una urgente necesidad de ayuda humanitaria”, afirman los Prelados. Los Obispos, como el obispo sirio-católico Mons. Jacques Behnan Hindo y el sirio-ortodoxo Mons. Matta Roham, están intensificando los contactos con otros líderes cristianos sirios y con las organizaciones humanitarias, pero la respuesta que reciben no deja resquicio de esperanza, “Es imposible llevar ayudas a Hassakè porque es demasiado peligroso y carece de las condiciones mínimas de seguridad”.
Tras pasar la ciudad de Tall Tamr, la región está infestada de grupos islamistas y terroristas que tienen varios puestos de control en las carreteras. Son militantes de “Jubhat el Nosra”, facción salafista que los Estados Unidos han añadido recientemente a la lista negra de “grupos terroristas”. A ellos se suman los delincuentes comunes que cometen robos, secuestros, saqueos, incluso en la ciudad. La población “está muriendo lentamente, abandonada a sí misma”, señala el padre Ibrahim, sacerdote cristiano residente en Hassakè.
“La gente tiene hambre y vive con miedo”, dice. “Todos los días a las 3 de la tarde, hay una especie de toque de queda, porque los grupos armados deambulan por las calles. Se producen secuestros, a veces con demandas de rescate, a veces no. En los últimos días, dos hermanos de la familia Bashr y dos jóvenes de la familia Fram fueron asesinados a quemarropa en la calle. Los jóvenes cristianos están amenazados y aterrorizados, el 90% ha huido de la ciudad. Si los jóvenes se van, ¿para que sirven nuestras iglesias? “, dice con tristeza.
Según dice a Fides Georgius, un estudiante universitario cristiano que tiene a su familia en Hassakè y que hace unos días llegó al Líbano, “los milicianos con banderas negras del grupo Jubhat el Nosra han tomado como objetivo a todos los jóvenes nacidos entre 1990 y 1992. Los buscan, los acusan de ser soldados en servicio militar y los matan a sangre fría. Quieren aterrorizar a los jóvenes para evitar que se alisten”. La población de Hassakè, al límite de sus fuerzas, dice Georgius, “teme el asalto final a la ciudad que podría provocar un éxodo definitivo de los cristianos de Hassakè”. (PA) (Agencia Fides 17/1/2013)


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