VATICANO - Pauline Jaricot, fidelidad fecunda a Cristo y visión de futuro del compromiso por la evangelización

jueves, 10 enero 2013

Roma (Agencia Fides) – “Si San Francisco Javier fue el misionero entusiasta de la evangelización, la Jaricot fue aquella que vio en el apoyo a la evangelización 'un deber fundamental del Pueblo de Dios', a quienes llamó a la participación espiritual y material”: son las palabras del Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Cardenal Fernando Filoni, durante la homilía de la Misa que presidió ayer por la tarde, 9 de enero, en la iglesia de Trinita dei Monti, en Roma, como clausura de las celebraciones por el 150 aniversario de la muerte de la Venerable Pauline Marie Jaricot (1799-1862) y el 50 aniversario del decreto sobre sus virtudes. Pauline Marie Jaricot es la fundadora de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe y del movimiento del Rosario Viviente (véase Fides 08/01/2013; 09/01/2013).
“En este momento estamos unidos espiritualmente a Saint-Nizier – ha dicho el Cardenal - la iglesia desde 1935 custodia en Lyon el cuerpo de la venerable Pauline-Marie Jaricot. Por eso se establece un puente de oración entre esta iglesia histórica y conocida de Trinita dei Monti y Saint-Nizier”. El Prefecto del Dicasterio Misionero ha vuelto a recorrer los pasos principales de la biografía de Jaricot, subrayando que “su vida y la obra que fundó es la imagen real de lo que el Apóstol Juan nos dijo: 'amar a los demás como Dios nos amó'. El amor de Dios que Jaricot transmitió a los demás a través de su vida y de la Obra que fundó, sigue difundiéndose hoy a través de la Obra de la Propagación de la Fe”.
La celebración de estos dos aniversarios importantes de Pauline Jaricot “coinciden con el Año de la Fe, en el que todos los cristianos estamos llamados a reflexionar sobre el don recibido en el Bautismo, a menudo olvidado, o incluso rechazado”, ha subrayado el Cardenal Filoni, recordando que “las virtudes heroicas de Jaricot no consisten en una serie de acontecimientos milagrosos, sino en esa fructífera fidelidad a Cristo, tanto en los buenos momentos, como en los difíciles y atormentados, así como en la visión a largo plazo de un compromiso por la evangelización, para que todas las personas puedan llegar al conocimiento de Cristo y del amor misericordioso de Dios”. (SL) (Agencia Fides 10/01/2013)


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