VATICANO - Día de las Personas con Discapacidad: “el mundo de los derechos no puede ser prerrogativa de pocos, de los fuertes y de los vencedores”

lunes, 3 diciembre 2012

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Hay más de mil millones de personas con discapacidad en todo el mundo, el 15% de la población de todo el planeta. De estas, casi 200 millones sufren formas muy graves y, si no se realiza un compromiso real por parte de todos la situación se agravará aún más. Las enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer y trastornos mentales, de hecho, están aumentando, mientras se carece de atención médica adecuada, y la edad promedio de la población aumenta.
Con motivo del Día Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, que se celebra el 3 de diciembre, el Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Su Exc. Mons. Zygmunt Zimowski, ha subrayado en su mensaje que “la Iglesia expresa su cercanía a todos aquellos que sufren diferentes formas de limitación, física o psíquica”. “Frente a las diferentes patologías relacionadas con la discapacidad – afirma el Arzobispo – siempre es útil sensibilizar a la opinión pública con respecto a los conceptos de dignidad, de derechos y de bienestar de nuestros hermanos y hermanas, para que aumente la consciencia de los beneficios que pueden derivar de su integración en diferentes aspectos de la vida social. El mundo de los derechos, efectivamente, no puede ser prerrogativa de pocos, de los fuertes y de los vencedores.”
“Con ojos nuevos, la discapacidad por lo tanto debe ser vista como una expresión de la singularidad de cada persona”, continua el Presidente del Consejo Pontificio. “Es necesario tratar de promover el bien integral de las personas con discapacidad, dándoles el apoyo necesario y la protección necesaria, aunque esto pueda comportar una mayor carga financiera y social. La Iglesia, en particular, pretende formar parte de este importante esfuerzo, haciendo sentir su cercanía y proximidad, haciéndose partícipe de las fatigas y los inevitables momentos de desconsuelo, iluminando con la luz de la fe y la esperanza que nace de la solidaridad y del amor” concluye Mons. Zimowski. (AP) (3/12/2012 Agencia Fides)


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