ASIA/JORDANIA - La preocupación del Arzobispo Maroun Lahham: están aquellos que cabalgan el malestar social para derrocar el Reino Hachemita

sábado, 17 noviembre 2012

Amman (Agencia Fides) - “Ayer, por primera vez, en las calles y plazas de Amman se repetían consignas que pedían el derrocamiento del régimen. Las mismas consignas que, de país en país, han marcado el inicio de las revueltas en toso el mundo árabe. En este caso, la petición de derrocar a la monarquía hachemita hasta hace poco tiempo era impensable. Como una línea roja que hasta ahora nadie se había atrevido a cruzar”. Así el Arzobispo Maroun Laham, Vicario patriarcal para Jordania del Patriarcado Latino de Jerusalén, describe a Fides el momento crítico vivido en estos días por el país liderado por el Rey Abdullah II.
Mientras la atención internacional se centra en las actualizaciones trágicas de la guerra civil siria y en las represalias israelíes en la franja de Gaza, Jordania también parece estar a punto de convertirse en un nuevo frente de inestabilidad en Oriente Medio que hasta ahora había preservado en gran parte el Reino Hachemita. Lo que ha provocado la protesta ha sido el aumento en el precio de la gasolina y el combustible, el último efecto de una crisis económica que está llevando incluso a la clase media dentro de los límites de la línea de pobreza. Los enfrentamientos entre manifestantes y la policía han causado al menos dos muertos. El Arzobispo Lahham pone de relieve una anomalía de la situación jordana con respecto a las dinámicas que se producen en otros países árabes: “En otros casos, como el de Egipto y Túnez, no han sido los Hermanos Musulmanes y los grupos islámicos quienes han provocado levantamientos populares, sino que se han unido a los disturbios en un momento posterior. En Jordania, aparecen como los protagonistas de la protesta, cabalgando el malestar social. Hasta el momento - dice Mons. Lahham - el rey no se ha pronunciado públicamente sobre los últimos acontecimientos. Esperamos que las cosas no precipiten hacia conflictos y violencia”.
En octubre, el rey Abdullah disolvió el parlamento y nombró un gobierno provisional para dirigir el país hasta las próximas elecciones parlamentarias, previstas para el 23 de enero de 2013. Los Hermanos Musulmanes siempre han confirmado su decisión de boicotear las elecciones, pidiendo el reenvío. (GV) (Agencia Fides 17/11/2012).


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