ASIA/NEPAL - Las voluntarias que trabajan en la sanidad desempeñan un papel decisivo para los avances en la salud materna e infantil

lunes, 29 octubre 2012

Kathmandu (Agencia Fides) - Las mujeres que participan como voluntarias en el sector de la salud a menudo proporcionan un servicio vital para los más pobres que viven en las regiones montañosas de Nepal, y han contribuido a una mejora constante de las tasas de supervivencia de la madre y del recién nacido. Esta organización de voluntarias (FCHVs) trabaja en las zonas más remotas de Nepal, donde no hay médicos ni profesionales de la salud. En el distrito de Dailekh, a 600 kilómetros al noroeste de Katmandú, hay 810 voluntarias, y en todo el país son 52 mil.
El Hospital de Dailekh, el centro médico más grande de la región administrado por el gobierno, a menudo hace referencia a la información proporcionada por las FCHVs que ayudan a registrar y recoger datos sobre la salud de mujeres y niños. Ellas están constantemente en contacto con los pobres que tienen dificultades para recorrer los kilómetros que les separan del hospital, y son consideradas “médicos”. Si bien no pueden manejar las complicaciones médicas, las voluntarias desempeñan un papel fundamental para realizar los primeros informes y son capaces de convencer a las madres embarazadas y a las mujeres jóvenes a acudir a los centros de salud, así como proporcionarles información básica sobre el cuidado de los hijos.
Nepal ha hecho progresos en lo que respecta a las tasas de mortalidad materna (TMM). Es uno de los 10 países en vías de desarrollo que la ha reducido al menos de un 75% entre 1990 y 2010. En 2010, alrededor de 170 mujeres morían por cada 100.000 nacidos vivos. El promedio varía entre 100 y 290 muertes. En 1990, la TMM era de 770 muertes por cada 100.000 nacidos vivos. Según la Encuesta Demográfica Sanitaria más reciente (2011), entre 2006 y 2011, el porcentaje de niños asistidos por operadores cualificados casi se ha duplicado, pasando del 19% al 36%, mientras que el porcentaje de niños nacidos en un establecimiento sanitario ha aumentado del 18 al 28% en el mismo período.
El programa FCHV se inició en 1988 en 19 distritos de la región más pobre de Nepal con el objetivo de mejorar la atención materna y neonatal. Más de la mitad de las voluntarias han trabajado durante más de 10 años pero, a pesar de tener un papel considerado tan importante, el gobierno no les da ningún tipo de apoyo económico. Los funcionarios del Ministerio de Salud en Katmandú dicen que están haciendo todo el esfuerzo posible para dedicar más recursos al FCHVs, pero se ven limitados por el presupuesto. Las voluntarias FCHV, de todos modos, están motivadas en su trabajo gracias al respeto de la comunidad y a la libertad de salir de la casa. (AP) (29/10/2012 Agencia Fides)


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