AFRICA/BURUNDI - "Razones técnicas han determinado el retraso del referéndum sobre la nueva Constitución" dicen a Fides fuentes locales

viernes, 1 octubre 2004

Bujumbura (Agencia Fides) - "El retraso del referéndum sobre la Constitución se debe simplemente a razones prácticas y no tiene ningún significado político" dicen a la Agencia Fides fuentes locales de Bujumbura, capital de Burundi, comentando la decisión de posponer el referéndum sobre la nueva Constitución que debería celebrarse el próximo 20 octubre. Ayer, 30 de septiembre, la Comisión Electoral independiente anunció en efecto el aplazamiento de la consulta del referéndum sobre el proyecto de Constitución aprobado por el Parlamento el 17 de septiembre. La votación parlamentaria fue boicoteada por 82 parlamentarios de los 271. Los partidos tutsi pidieron en efecto a sus propios parlamentarios que no participaran en la votación.
"La decisión de la Comisión Electoral independiente no ha estado determinada por consideraciones políticas, sino por problemas de carácter práctico" refieren las fuentes de Fides. "Se ha considerado imposible organizar la consulta electoral en un plazo de veinte días, en un país que todavía está en guerra. Basta pensar que no existen todavía censos electorales y por lo tanto no se tienen los nombres de las personas llamadas legítimamente a votar".
"La decisión de la Comisión Electoral independiente ha tenido un consentimiento casi unánime" continúan las fuentes de Fides. “Se dan cuenta, en efecto, que es mejor esperar y efectuar un referéndum organizado del mejor modo posible que actuar con prisas y luego sufrir críticas y acusaciones de eventuales irregularidades."
Después de la aprobación de la nueva Constitución, se tendrán elecciones políticas generales para elegir un nuevo Parlamento y un nuevo Presidente. Las actuales instituciones son "transitorias". El actual Parlamento y la actual Presidencia nacieron según los acuerdos de Arusha del 2.000 que preveían una división del poder entre los partidos tutsi y hutu. Según los acuerdos, en los primeros 18 meses de gobierno el presidente debería ser un tutsi y el vicepresidente un hutu; en los siguientes 18 meses al contrario con un presidente hutu y un vicepresidente tutsi. Este complejo esquema sirve para superar las desconfianzas recíprocas entre grupos rivales que están dividido después de años de luchas.
Burundi está saliendo con dificultad de más de 12 años de guerra civil que ha provocado al menos 300.000 muertos. Después de los acuerdos de Arusha, otro importante paso hacia la paz fue la firma del acuerdo de Pretoria el 8 de octubre del 2003 entre el gobierno y las Fuerzas para la Defensa de la Democracia (FDD). Según el acuerdo los rebeldes obtenían la vicepresidencia de la República, cuatro ministerios, el 40% de los puestos de oficiales del ejército y el 35% de los de gendarmería. Para vigilar el respeto de los acuerdos, se desplegó una fuerza de paz africana en Burundi compuesta por 3.000 militares procedentes de Sudáfrica, Etiopía y Mozambique.
Quedan fuera de los acuerdos los guerrilleros de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) que controlan todavía las colinas que circundan la capital, Bujumbura. (L.M) (Agencia Fides 1/10/2004 Líneas:37 palabras: 497)


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