VATICANO - Año de la fe: “reavivar en toda la Iglesia el anhelo de volver a anunciar a Cristo al hombre contemporáneo”

viernes, 12 octubre 2012

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “El Año de la fe que hoy inauguramos está vinculado coherentemente con todo el camino de la Iglesia en los últimos 50 años” ha subrayado el Santo Padre Benedicto XVI durante la Celebración Eucarística que ha presidido en el atrio de la Basílica Vaticana, con motivo de la apertura del Año de la fe, el jueves 11 de octubre, exactamente a 50 años del inicio del Concilio Ecuménico Vaticano II. Comentando el Evangelio del día, donde Jesucristo, consagrado por el Padre en el Espíritu Santo es presentado como “el verdadero y perenne protagonista de la evangelización”, el Papa ha explicado: “Esta misión de Cristo, este dinamismo suyo continúa en el espacio y en el tiempo, atraviesa los siglos y los continentes. Es un movimiento que parte del Padre y, con la fuerza del Espíritu, lleva la buena noticia a los pobres en sentido material y espiritual. La Iglesia es el instrumento principal y necesario de esta obra de Cristo, porque está unida a Él como el cuerpo a la cabeza”. Después el Santo Padre ha continuado: “Dios por medio de Jesucristo es el principal artífice de la evangelización del mundo; pero Cristo mismo ha querido transmitir a la Iglesia su misión, y lo ha hecho y lo sigue haciendo hasta el final de los tiempos infundiendo el Espíritu Santo en los discípulos, aquel mismo Espíritu que se posó sobre él y permaneció en él durante toda su vida terrena”.
En la homilía Benedicto XVI ha recordado que “durante el Concilio había una emocionante tensión con relación a la tarea común de hacer resplandecer la verdad y la belleza de la fe en nuestro tiempo” continuando: “Por esto mismo considero que lo más importante… es que se reavive en toda la Iglesia aquella tensión positiva, aquel anhelo de volver a anunciar a Cristo al hombre contemporáneo. Pero, con el fin de que este impulso interior a la nueva evangelización no se quede solamente en un ideal, ni caiga en la confusión, es necesario que ella se apoye en una base concreta y precisa, que son los documentos del Concilio Vaticano II”.
El Pontífice ha resaltado que “si hoy la Iglesia propone un nuevo Año de la fe y la nueva evangelización, no es para conmemorar una efeméride, sino porque hay necesidad, todavía más que hace 50 años” ya que “en estos decenios ha aumentado la «desertificación» espiritual”, así que podemos representar este Año de la fe: “como una peregrinación en los desiertos del mundo contemporáneo, llevando consigo solamente lo que es esencial... el Evangelio y la fe de la Iglesia, de los que el Concilio Ecuménico Vaticano II son una luminosa expresión, como lo es también el Catecismo de la Iglesia Católica, publicado hace 20 años”. (SL) (Agencia Fides 12/10/2012)


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