AFRICA/BURUNDI - Educación para las mujeres, para hacer crecer a toda la sociedad: compromiso del JRS

martes, 9 octubre 2012

Bujumbura (Agencia Fides) - Educar a las mujeres significa hacer avanzar a toda la sociedad de Burundi, uno de los países más pobres de África. Por eso el Servicio de los Jesuitas para los Refugiados (JRS) está invirtiendo en proyectos educativos destinados a las mujeres que, aunque representan el verdadero motor de la sociedad de Burundi, siguen estando completamente excluidas del acceso a la educación y de la posibilidad de lograr el pleno y digno desarrollo personal. Sólo el 31% de las chicas, de hecho, continúa asistiendo a clase al finalizar los estudios primarios, de acuerdo con las cifras oficiales de la UNESCO. Sin embargo, dice el JRS en la información enviada a la Agencia Fides, elevar el nivel de educación de las mujeres no sólo hará que sean personas más seguras de sí mismas y conscientes de sus capacidades, sino que también servirá como una contribución vital para el desarrollo de las comunidades locales y de la sociedad entera.
Swavis Nzeyimana tiene 22 años y es madre de dos niños, de 5 años y de 7 meses. Desde enero, asiste a clases para aprender a leer, escribir y hacer cálculos. Hasta hace unos años vivía en un campamento de refugiados en Tanzania y nunca ha ido a la escuela porque su padre, que no tenía suficientes recursos económicos para educar a todos sus ocho hijos, prefería que las niñas permaneciesen en casa para hacer la las tareas del hogar mientras los chicos estaban estudiando en clase.
“Ahora que he aprendido a leer y escribir me siento una mujer más fuerte e independiente y veo que mi esposo me tiene mayor respeto - dice Swavis -. Por ejemplo, si no estoy en casa y tiene que decirme algo urgente antes de salir, puede dejar una nota escrita y sabe que yo lo entenderé. Y a mi vez yo puedo hacer lo mismo. Además, he aprendido a hacer las cuentas y los beneficios los puedo tocar con las manos cuando voy al mercado. Antes, solía ser engañada por el vendedor, que se aprovechaba de mi ignorancia”.
Entre los principales obstáculos para la escolarización de las chicas en Burundi, están el matrimonio precoz de las chicas jóvenes que, en consecuencia, abandonan la escuela debido a que sus maridos las quieren en casa y en el trabajo en los campos. Sensibilizar a los hombres para que envíen a sus hijas a la escuela o a sus esposas es una misión fundamental en el proyecto de educación del JRS
Fidel Nahayo es el marido de Swavis y muestra todo su orgullo por tener una esposa educada y capaz: “Gracias a que sepa leer y escribir, Swavis se ha convertido en presidente de una asociación de mujeres y cuando recibirá el certificado de alfabetización del ministerio tendrán lo que necesita para encontrar un trabajo”, explica el hombre. “Me convencí de que tenía que permitirla asistir a los cursos porque reflexioné en que cuando yo era niño tuve la oportunidad de ir a la escuela y aún doy gracias por eso. Así que pensé que era justo que ella recibiese también la instrucción”.
“Existe una clara correlación entre el nivel de alfabetización y de pobreza: un país con una alta tasa de escolarización será un país desarrollado, por el contrario, un país donde la mayoría de la gente no sabe leer ni escribir estará sumido en la pobreza - es el análisis del Director del JRS Grandes Lagos, el padre Tony Calleja SJ -. Burundi no puede separarse del camino de la educación como un factor clave en su desarrollo y, al hacerlo, es absolutamente necesario centrarse en aumentar el número de mujeres en las escuelas. Reforzar las mujeres, de hecho, tendrá un impacto positivo en las familias, en los hombres y en la sociedad en su conjunto”. (L.M.) (Agencia Fides 9/10/2012)


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