ASIA/BANGLADESH - Un Obispo: “Niños cristianos secuestrados y convertidos en las madrasas o vendidos como esclavos”

viernes, 5 octubre 2012

Chittaghong (Agencia Fides) – Es un fenómeno que “perturba la comunidad católica en Bangladesh”, y que “debe ser monitorado por la policía”: los niños cristianos de las comunidades tribales, son secuestrados, vendidos a las “madrasas” (escuelas coránicas) y convertidos al Islam o de lo contrario “terminan en manos de traficantes sin escrúpulos que los venden como esclavos en el extranjero”. Es la alarma lanzada a través de la Agencia Fides por Su Exc. Mons. Moisés M. Costa, Obispo de Chittagong.
“He hablado con algunas personas de nuestras comunidades - explica preocupado el Obispo - que han denunciado a la policía esta práctica ilegal. La gente tiene miedo. Las familias que, después de ser engañadas, recuperan a sus hijos se ven obligadas a huir y esconderse para escapar de las represalias. Tratamos de proporcionar refugio y asistencia a estas personas. Pedimos una intervención decisiva de la policía para garantizar la legalidad y la libertad de nuestra comunidad”.
El fenómeno es común entre los niños de la étnica Tripura, especialmente en la zona montañosa de Chittagong Hill Tracts (CHT). Según los datos facilitados por algunos activistas católicos a la Agencia Fides, alrededor de 105 niños cristianos han sido “recuperados” de las madrasas en los últimos meses, porque han conseguido escapar. La dinámica es conocida, algunos intermediarios, que se hacen pasar por agentes de organizaciones humanitarias y de agencias que ofrecen trabajo, van a las familias tribales y les prometen proporcionar educación a sus hijos.
Las familias, con la idea de mejorar las condiciones sociales y culturales de sus hijos, pagan hasta 15 mil Takha (145 euros) para poder escolarizarlos. Pero los traficantes venden a los niños a las madrasas, donde son islamizados, adquiriendo un nuevo nombre musulmán. Desde ese momento, “se hace difícil encontrarlos y recuperarlos”, explican fuentes de Fides. Otra rama es la del tráfico de personas: los niños son vendidos en el extranjero, a menudo a familias adineradas de los países árabes o de la Península Arábiga, donde se convierten en pequeños esclavos.
En la región de CHT trabajan organizaciones musulmanas radicales que acusan a los misioneros de realizar conversiones forzadas, pero también está en acto una lucha entre los colonos musulmanes que ocupan ilegalmente las tierras de los pueblos indígenas: todo esto ocurre, señalan las fuentes de Fides, con la complicidad de la policía. (PA) (Agencia Fides 5/10/2012)


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