ASIA/LIBANO - Líderes religiosos cristianos y musulmanes reflexionan juntos sobre la visita del Papa

martes, 25 septiembre 2012

Bkerké (Agencia Fides) - La visita de Benedicto XVI al Líbano se perfila cada vez más como el comienzo potencial de una nueva etapa en la compleja situación de la nación libanesa. Lo confirma la Cumbre de Jefes de comunidades religiosas locales y de sus representantes que se celebró ayer en la sede del Patriarcado Maronita en Bkereké. El encuentro, convocado por petición del Gran Mufti (sunita) Mohammad Rashid Qabbani para discutir sobre los ataques contra el Islam, se extendió tratando una agenda más compleja, deteniéndose en los efectos positivos del viaje del Papa en el país de lo cedros.
Todos los líderes religiosos reunidos en Bkerké han expresado su satisfacción común por una visita - se lee en el comunicado final de la cumbre, enviado a la Agencia Fides - “que ha consagrado al Líbano como un país seguro y abierto a las diferentes culturas y religiosas”. Los líderes cristianos y musulmanes han acordado trabajar juntos para difundir el texto del discurso del Papa a los libaneses y enviarlo también a los líderes religiosos de los países vecinos. Las palabras del Papa son indicadas en el comunicado de la cumbre como un punto de partida nacional: a pesar de la fragilidad de los equilibrios internos y los temores de un posible contagio del conflicto sirio, Benedicto XVI ha recordado a todos que “el Líbano es, ante todo, un espacio de 'interacción y diálogo' y no 'un escenario de discordia'. Señal de que el Sucesor de Pedro “sigue considerando Líbano como portador de un mensaje histórico y de civilización para el mundo entero, especialmente en lo que concierne al diálogo entre las civilizaciones y las religiones”.
Con respecto a las ofensas contra el Islam, los líderes religiosos libaneses en el comunicado final expresan unánimemente su condena de la película anómala “La inocencia de los musulmanes”, puesto en línea en Youtube, reconociendo que “un ataque contra cualquier confesión es un ataque contra todas las religiones”. Asimismo, han denunciado las reacciones violentas que “han causado víctimas inocentes y que en algunos países han atacado a los cristianos y sus lugares de culto”. También se ha renovado el llamamiento a la ONU, a la Liga Árabe y a otras organizaciones internacionales para que tomen medidas contra los que explotan de forma distorsionada la legítima libertad de expresión para insultar las creencias y sentimientos religiosos, poniendo en peligro la paz social. En la práctica, los participantes en la cumbre de Bkerké han decidido crear una comisión de juristas cristianos y musulmanes encargados de elaborar un texto destinado a proteger las religiones de todas las formas de denigración. El Comité Libanés de diálogo cristiano-musulmán está encargado de dar seguimiento al asunto.
Las dificultades de la vida cotidiana sufrida por todos los libaneses no han quedado al margen de las conversaciones en Bkerké. Los líderes religiosos han examinado los muchos fenómenos en los que declina la preocupante crisis económica y social a nivel nacional y regional: el aumento de la deuda pública y el costo de vida, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, el empobrecimiento de la clase media y el aumento de las prácticas delictivas, como la extorsión y el secuestro. Todos los líderes han compartido el apelo a las instituciones nacionales y las fuerzas políticas para que eviten el colapso del Sistema-País. En particular, se ha llamado a los líderes políticos a abandonar el sectarismo para instaurar conjuntamente “un clima de tranquilidad y confianza”.
En su discurso de apertura de la cumbre, el Patriarca maronita Bechara Boutros Raï ha utilizado palabras alarmantes al referirse a la situación socio-económica del país, definiéndola como “insostenible”: “Tenemos que poner fin a este deterioro”, ha dicho el jefe de la Iglesia Maronita, “porque si la economía colapsa, todo colapsará”. (GV) (Agencia Fides 25/9/2012)


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