ASIA/NEPAL - Una pequeña comunidad celebra y testimonia el Evangelio sobre las montañas tibetanas, trabajando en el servicio social y en la instrucción de los jóvenes, mientras arrecia la guerrilla maoísta: entrevista de Fides al Pro-prefecto Apostólico p. Pius Perumana

miércoles, 29 septiembre 2004

Katmandú (Agencia Fides) - Mientras está en curso una huelga general en el país y circulan voces sobre la posible reanudación de las negociaciones entre el gobierno y los rebeldes, la pequeña comunidad católica de Nepal continúa su vida y su trabajo pastoral entre dificultades y esperanzas. El Padre Pius Perumana, pro-prefecto en la Prefectura Apostólica de Nepal, cuenta, en una entrevista a la Agencia Fides, las actividades, situación y proyectos de la pequeña comunidad católica nepalesa, que cuenta con 7.500 almas. El P. Pius reside en la pequeña aldea de Godavari, a pocos kilómetros de la capital, Katmandú, dónde hace poco se instituyó un nuevo Centro Pastoral, que desarrolla diversas actividades. Nepal es en su mayoría un reino hinduista (75% de los 27 millones de habitantes). Los budistas son sólo el 8,2%, los musulmanes el 3,9%, y los cristianos constituyen el 2,5% del total.
¿Cómo es la vida de la Iglesia en Nepal?
En Nepal nosotros católicos no tenemos la posibilidad de predicar ni evangelizar a los no cristianos. Lo prohíbe la Constitución, que designa el hinduismo como religión del estado. Podemos practicar nuestra fe y dar catequesis solo en nuestras parroquias. La contravención de conversión es castigada con tres años de cárcel y la expulsión del país. Por esto, si alguien quiere abrazar la religión católica, lo llevamos a bautizar a la India. Así la Iglesia no viola las leyes estatales. Nuestro trabajo pastoral se desarrolla sobre todo en el campo de la instrucción, después que el gobierno concediera la reapertura de las escuelas católicas. La enseñanza que ofrecemos es el currículum estatal, y no es confesional.
¿Cuándo llegó la Buena Nueva a Nepal?
La Iglesia después de la llegada de los primeros misioneros en los siglos XVII y XVIII, renació en 1951 con la llegada del jesuita americano P. Marshall Moran que, desde la zona india de Patna, fundó en Nepal una sección separada del St. Xavier School. La escuela obtuvo el permiso para desarrollar su labor de instrucción: desde entonces la comunidad ha ido creciendo poco a poco. En 1983, cuando el gobierno de Katmandú solicitó relaciones diplomáticas con la Santa Sede, se instituyó la Missio sui iuris de Nepal, desmembrando el territorio de la diócesis de Patna (India) y fue confiada a los jesuitas. En 1996 fue elevada a Prefectura Apostólica, dirigida por Mons. Anthony Sharma Sj, primer sacerdote nepalés de la historia.
¿Cuáles son las principales dificultades en la acción pastoral?
Una dificultad real para la Iglesia es el hecho de no ser reconocida por el gobierno como entidad. Esto nos causa muchos problemas burocráticos porque cada solicitud y operación, en el país o en el extranjero, debe ser realizada a nombre personal y no de una institución. El Nuncio Apostólico, Mons. Pedro López Quintana, que reside en la India, y nuestro Prefecto han pedido que la cuestión pase al examen del Parlamento nepalés, pero es muy difícil, aún cuando la comunidad católica es muy apreciada en la nación. Incluso el Rey Gaynendra de Nepal frecuentó una escuela católica y fue alumno de Mons. Anthony Sharma.
¿Cómo está estructurada la comunidad católica?
La comunidad tiene en total 5 parroquias y 2 "casi-parroquias" (según el derecho canónico, es una comunidad de fieles que, por motivos particulares, no ha sido todavía erigida como parroquia, Can. 516) que disponen de aulas multifuncionales, dónde se realizan actividades pastorales y celebraciones litúrgicas. Los sacerdotes diocesanos son 11, 38 sacerdotes religiosos, 118 religiosas y hay 4 seminaristas mayores y 10 seminaristas menores, todos nepaleses, procedentes de las áreas tribales.
La Iglesia, con sus 23 escuelas, logra dar instrucción a muchos jóvenes nepaleses, sobre todo no cristianos; ayuda a los de las familias más pobres con becas que nos ofrecen del extranjero. La gente nos está muy agradecida por esto y cuando sufrimos un ataque a una escuela como el ocurrido el 12 de septiembre en Gorkha, los habitantes de la aldea se ofrecieron para arreglar la estructura.
Es muy importante el servicio social realizado por Caritas, que es reconocida como Organización No Gubernativa. Trabaja en 45 distritos, sobre todo proveyendo instrucción a los refugiados procedentes de Bhután, expulsados sobre todo por motivos religiosos. Además promueve programas de desarrollo y cooperación para mujeres, campesinos, pequeños empresarios, a través de ONG locales, especialmente trabajando en áreas remotas.
¿Está influenciada la vida de la Iglesia por el conflicto entre el gobierno y la guerrilla maoísta en curso en el país?
La comunidad católica lleva una vida bastante tranquila, a pesar del conflicto. Esperamos que nuestra presencia se pueda arraigarse cada vez más y caracterizarse como presencia de paz, desarrollo y bienestar para la población de Nepal. Pero el país, por desgracia, no está apaciguado todavía. El problema de los maoístas todavía sigue y la solución no parece cercana. Los guerrilleros tienen cerca de 15.000 hombres y muchos seguidores entre la población, a los que permiten mayor justicia social y bienestar. Pero mientras tanto, el conflicto entre maoístas y fuerzas gubernativas ha provocado 9.000 víctimas en los últimos 10 años, un precio demasiado alto para la nación. El turismo se ha derrumbado, la economía recortada, sin la pacificación el país no tiene futuro. Ciertamente, desde hace algunos años, en que empezaron a secuestrar y a matar, han perdido mucho apoyo entre la gente, que está cansada de tanta violencia. Pero la paz todavía está lejos porque como ambas partes creen poder vencer esta guerra, continúan combatiendo. El gobierno de Nepal tiene el apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña e India; los maoístas cuentan con la ayuda de grupos de guerrilleros presentes en algunos estados de la India y son bien abastecidos de armas a través del tráfico clandestino."
¿Cómo actúa la Iglesia en esta situación?
La Iglesia siempre ha pedido la paz y trabaja por la paz, pero las partes implicadas rechazan la presencia de cualquier mediador. A veces los maoístas también han atacado estructuras católicas, no tanto por motivos religiosos, cuánto porque ven trabajar en ellas a personal indiano que ellos querrían expulsar del país, por retorsión contra el apoyo que la India da al gobierno nepalés. Por nuestra parte no tenemos miedo y continuamos nuestra misión, confiando en la ayuda de Dios. (PA) (Agencia Fides 29/9/2004 Líneas: 79 Palabras: 1.079)


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