EUROPA/ITALIA - Con el compromiso de ser "testigos" de la esperanza ha concluido el Capítulo general de los Misioneros Oblatos de Maria Inmaculada

miércoles, 29 septiembre 2004

Roma (Agencia Fides) - concluyó ayer el 34° Capítulo general de los Misioneros Oblatos de Maria Inmaculada: el mandato que el Capítulo entrega a toda la Congregación es "Testimoniar la esperanza" de Cristo en la evangelización de los pobres, según el tema que ha guiado los trabajos del Capítulo, "Testigos de la esperanza: una llamada, nuestra misión". La pregunta fundamental a la que ha respondido el Capítulo, puede sintetizarse así: ¿qué debe hacerse para continuar siendo misionero de los pobres en el mundo de hoy? Se ha buscado la respuesta profundizando en cinco argumentos: Formación con vistas a la misión; Gobierno y liderato; Misión y evangelización; Comunidad oblata y vida religiosa; Trabajo con los jóvenes y pastoral vocacional. De la reflexión y del intercambio han surgido las orientaciones para la vida y la misión de la Congregación que serán expresadas en los documentos en fase de elaboración.
El P. Guglielmo Steckling, reelegido Superior general para un segundo mandato, presidió en la Capilla de la Casa Generalicia de los Oblatos en Roma, la Concelebración Eucarística de agradecimiento al final del Capítulo general, en el que han participado más de 200 personas, capitulares y amigos. "Testimoniar la esperanza: nuestra esperanza es Cristo. Una llamada: somos antes que nada, discípulos de este Cristo. Nuestra misión: siendo discípulos nos hacemos misioneros" subrayó en la homilía el p. Steckling. "Todo depende de nuestra relación vital con Cristo, sin Él no podemos hacer nada". Entre los obstáculos que impiden esta relación directa y vital con Cristo, están los sistemas económicos que aplastan al pobre, el orgullo étnico que impide ver al otro como hermano, la actitud del mundo secularizada que cree poder vivir bien sin Dios. "Es necesario un nuevo nacimiento, la participación en el sacrificio pascual de Cristo sobre la cruz, la oblación que es el don total de mi persona hasta el martirio. Nuestra esperanza tiene que pasar por el crisol de la muerte con Cristo, y solo entonces se hará inmensa y tendrá la fuerza de resucitar a los muertos."
Junto al padre Steckling, Superior general, el Capítulo ha elegido al p. Eugene King, irlandés, como Vicario general (reelegido); p. Oswald Firth (Sri Lanka) y p. Paolo Archiati (Italia) asistentes generales; el congoleño p. Jean-bosque Musumbi (consejero general para África y Madagascar), el haitiano p. Loudeger Mazile (consejero general para la América latina), el filipino p. Federico Labaglay (consejero general para Asia y Oceanía), el canadiense p. Marcel Dumais (consejero general para Canadá y Estados Unidos), el español p. Luis Ignacio Rois (consejero general para Europa). (S.L) (Agencia Fides 29/9/2004; Líneas: 33 Palabras: 446)


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