ASIA/PAKISTÁN - Rimsha ha sido puesta en libertad; su caso sustenta el reexamen de la ley sobre la blasfemia

viernes, 7 septiembre 2012

Islamabad (Agencia Fides) – Esta mañana, el juez paquistaní Muhammad Azam Khan ha ordenado la libertad bajo fianza de Rimsha Masih, la adolescente cristiana detenida en Pakistán con la acusación de blasfemia por haber quemado algunas páginas del Corán. La fianza ha sido fijada en 500.000 rupias, unos 4.500 euros. La solicitud de libertad bajo fianza ha sido aceptada porque se ha juzgado que las pruebas para que continuara el estado de detención de la menor, aquejada de minusvalía mental, eran insuficientes. La decisión del juez, que había sido anunciada para las tres de la tarde, hora local –por consiguiente, para después de la oración de los viernes– ha sido después anticipada por sorpresa.
“La decisión en favor de la niña es positiva por muchas razones”, declara a la Agencia Fides el profesor Mobeen Shahid, profesor de pensamiento y religión islámica en la Pontificia Universidad Lateranense. Según el profesor, “por primera vez se ha conseguido mostrar con evidencia cómo la ley sobre la blasfemia puede ser manipulada a partir de acusaciones falsas. Esto ayuda la reflexión que ya se está dando sobre posibles modificaciones en los procedimientos de aplicación de esta ley”. Shadid indica algunos puntos que pueden ser objeto de rectificación: “Antes de aceptar una denuncia de blasfemia, es necesario que se analicen con rigor los hechos por medio de investigaciones adecuadas. También los acusadores deben ser mantenidos en aislamiento hasta que se haya probado la acusación, para evitar que se instiguen reacciones de odio en las gentes. Si después las acusaciones son falsas –y esto lo sugieren incluso los Ulemas– se debe castigar a los acusadores”.
“El caso de Rimsha –añade a Fides el P. Inayat Bernard, director adjunto de la revista “The Christian View” de Lahore– es una oportunidad para volver a examinar en su conjunto la aplicación de la ley sobre la blasfemia, que en el pasado ha provocado tantas víctimas entre las minorías religiosas, pero sobre todo entre los musulmanes, a causa de los numerosos abusos. La nueva conciencia que el caso de Rimsha ha generado en la opinión pública paquistaní es un paso adelante y una oportunidad que no hay que perder, para afirmar en la sociedad paquistaní el respeto de la dignidad humana y de sus derechos. Como comunidad cristiana esperamos que las instituciones, las fuerzas políticas y las comunidades religiosas, a la luz de estas últimas evoluciones, puedan confluir en el común intento común intento de evitar en Pakistán el uso instrumental de la religión”. (GV). (Agencia Fides 7/9/2012).


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