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Johannesburg (Agencia Fides) – El 5 de septiembre, tres sindicatos de los mineros, la sociedad Lomnine que administra la mina de platino de Marikana (teatro de la matanza del 16 de agosto, cuando la intervención de la policía ha provocado la muerte de 34 manifestantes), y el gobierno sudafricano, han firmado un acuerdo para continuar las negociaciones salariales de forma pacífica.
“El sindicato AMCU y los representantes de los mineros en lucha en Marikana, no ha firmado el acuerdo. Éstos afirman que su único interés es el aumento salarial”, dice a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Kevin Dowling, Obispo de Rustenburg (Sudáfrica). “Se trata de un aumento del 300%, pasando de los 4.000 Rand mensuales actuales a 12.500. Pero la asociación de las sociedades mineras sudafricanas ha afirmado que es imposible conceder un aumento salarial de este tipo, porque cualquier sociedad minera con sueldos del género, iría a la bancarrota”.
Es evidente que conceder un aumento de este tipo a los mineros de Marikana significa abrir una serie de conflictos sindicales en todas las minas del País para obtener aumentos salariales similares.
En base a los acuerdos firmados ayer, la negociación salarial se debe alcanzar en 30 días, en un clima de respeto recíproco y de paz. Pero el hecho de que el sindicato que ha comenzado la protesta no haya firmado el acuerdo de pacificación, quiere decir que se corre el riesgo de que estallen otros incidentes.
“Ayer, –afirma Mons. Bowling– en el curso de una nueva manifestación, se han proferido incluso amenazas de muerte contra algunos dirigentes de la mina. La protesta es obra, sobre todo, de un núcleo duro de unos 3.000/4.000 mineros, que la han comenzado en agosto. Los otros mineros quisieran volver a trabajar, pero todavía están sometidos a amenazas e intimidaciones”, concluye el Obispo. (L.M.) (Agencia Fides 6/9/2012)
