AFRICA/TANZANIA - Clínicas rurales para salvar la vida de muchas madres y sus bebes

viernes, 31 agosto 2012

Kigoma (Agencia Fides) - La región de Kigoma, en Tanzania, se ha convertido en una de las primeras localidades de África oriental en grado de formar a sus trabajadores de la salud en las clínicas rurales que están operativas en el país. Estos centros pueden asistir a unas 50 mil personas que viven en cada uno de los distritos administrativos, no todos equipados para las intervenciones quirúrgicas, exceptuando el Centro Sanitario de Kakonko, donde desde hace poco tiempo se pueden realizar operaciones y partos cesáreos. En la región, gracias a la intervención de la Fundación Mundial Lung, se han renovado cinco centros de salud rurales, incluido en de Kakonko. Varios profesionales de la salud se han especializado en cirugía básica, permitiendo a muchas mujeres dar a luz en condiciones de seguridad y, por tanto, salvar la vida de ellas y de sus bebes. Cuando, en 2010, el centro comenzó a ayudar a las mujeres embarazadas, el número de partos se incrementó de 20 a 120 por mes, con un promedio de seis cesáreas por semana. Antes de la apertura de estos centros, las mujeres no comprendían la necesidad de dar a luz en una institución sanitaria, especialmente aquellas con complicaciones, porque sabían que nadie podía ayudarles.
Según la Organización Mundial de la Salud, la mortalidad media en los países en vía de desarrollo es de 240 por cada 100.000 nacidos vivos, frente a 16 por cada 100.000 en los países del Norte industrializado. La tasa más alta de mortalidad materna en el mundo se registra en Sudán del Sur, con más de 2.000 muertes por cada 100.000 nacidos vivos. En Tanzania es de 578 muertes por cada 100.000 nacidos vivos. A principios de los años 80, la región de Kigoma tenía el índice más alto del país, con 933 por cada 100.000. Pero desde entonces se han puesto en marcha una serie de iniciativas que han reducido la mortalidad a 186 por cada 100.000 nacidos vivos en 1991. Aunque no existen estadísticas recientes, la tasa de mortalidad materna en esta región es considerada la más baja del país.
La mayor parte de la gente de Tanzania vive en las zonas rurales, las madres no mueren por enfermedades crónicas, sino por casos de emergencia. Ahora todos los centros sanitarios disponen de ambulancias gracias a las cuales pueden transferir inmediatamente a los hospitales del distrito o a los regionales, los casos más complicados. Sin embargo, a pesar de los buenos resultados obtenidos hasta la fecha, los activistas temen que los programas iniciados en los centros de Kigoma no podrán durar mucho tiempo porque dependen en gran medida de los benefactores. Es necesario que el gobierno se comprometa económicamente para reducir el fenómeno en el país. (AP) (31/8/2012 Agencia Fides)


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