ASIA/NEPAL - Son necesarios nuevos instrumentos tecnológicos para facilitar el trabajo pesado de las mujeres agricultores

jueves, 2 agosto 2012

Kathmandu (Agencia Fides) – La mayor parte del sector agrícola en Nepal lo llevan a cabo las mujeres, sin embargo, carecen de instalaciones adecuadas para satisfacer todas las exigencias del trabajo en los campos. Se necesitan sobre todo nuevas tecnologías que puedan reducir su pesado trabajo manual. La agricultura proporciona sustento a más del 60% de la población rural, pero la mayoría de los agricultores, independientemente de su sexo, continúan trabajando usando prácticas tradicionales manuales y rara vez utilizan equipo mecánico. Las mujeres, tradicionalmente dedicadas a la agricultura, han visto incrementar su responsabilidad, sus tareas y la carga de trabajo debido a la alta tasa de emigración de la mayoría de los hombres a otros países. Según el último censo de 2011, de hecho, nueve de cada diez hombres han abandonado el país, tanto de forma definitiva como temporal. En el 2010 el 3% de los hogares dirigidos por mujeres utilizaban equipos mecánicos, en contraste con el 8% de los gestionados por hombres. En el trabajo de los campos, las necesidades tecnológicas de ambos sexos son diferentes. El Institute for Integrated Development Studies, un grupo de expertos de Katmandú, ha puesto de relieve el hecho de que una mayor atención en la investigación agrícola y la formación podría reducir la pobreza a través de la creación y difusión de nuevas tecnologías, dirigidas directamente a la solución de los problemas de los agricultores pobres, incluidos los de las mujeres que, debido a la división de género del trabajo, tienen diferentes necesidades tecnológicas que los hombres. Por ejemplo, en la selección del arroz, los hombres se ocupan sobre todo de aumentar la producción, mientras que las mujeres consideran el sabor, el olor y la facilidad de trilla y coción. Por otra parte, si las mujeres estuviesen equipadas técnicamente con abono, semillas y plaguicidas serían capaces de hacerlo todo por sí mismas con un mayor ahorro de energía y tiempo. Se necesitan pequeñas herramientas y maquinarias que mecanicen la siembra y la cosecha, así como también el periodo posterior a la cosecha. Por otro lado, las mujeres de las zonas rurales del país están menos instruidas que los hombres, con un promedio de un sólo año de escolarización formal. El éxito de cualquier nueva innovación por lo tanto, depende de la autonomía de la mujer, en su formación y en el acceso a la información. Sin embargo, incluso si llegasen nuevas maquinarias no podrían llevarse a todas partes y las zonas rurales continuarían a verse desfavorecidas y por ello sólo las mujeres de las zonas urbanas podría utilizarlas. (AP) (2/8/2012 Agencia Fides)


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