VATICANO - El Papa en el Angelus recuerda que “cada uno debe hacer un uso no egoísta sino solidario de sus propios bienes”: justicia y desarrollo social son “el camino que puede garantizar al mundo un futuro de paz”

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Antes de rezar el Angelus con los fieles reunidos en el Patio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, el Santo Padre, Juan Pablo II, introdujo la oración mariana recordando el Evangelio del Domingo: la parábola del “rico Epulón y el pobre Lázaro” (cfr Lc 16,19-31). “El rico vive en el lujo sin preocuparse del mendigo que yace hambriento junto a su puerta. Pero, después de la muerte, Lázaro es acogido en el paraíso, mientras que el rico acaba sufriendo tormentos”.
“La enseñanza que se extrae de esta parábola es clara: cada uno debe hacer un uso no egoísta sino solidario de sus propios bienes” explicó el Santo Padre. “Esta celebre pagina evangélica es más apropiada que nunca para hacer referencia al problema del desequilibrio entre riqueza y pobreza en el mundo de hoy”. El Papa recordó el reciente Encuentro entre Jefes de Estado y de Gobierno que se ha tenido en Nueva York, contra el hambre y la pobreza, en el que también intervino el Cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano, llevando la adhesión de la Santa Sede a esta nueva iniciativa.
“La Iglesia católica garantiza todo su compromiso para desarraigar del mundo el flagelo del hambre y las demás consecuencias de la miseria”, prosiguió Juan Pablo II, citando la reunión de todos los Nuncios Apostólicos en Africa, que tuvo lugar hace unos días en el Vaticano. El Papa concluyó su discurso invitando a rezar “al Señor para que apoye los esfuerzos de la comunidad internacional a favor de la justicia y del desarrollo solidario. Este es el camino que puede garantizar al mundo un futuro de paz”. El Papa confió a María “las familias y los pueblos más probados por la inicua distribución de los bienes que Dios destina a todos sus hijos”. (SL) (Agencia Fides 27/9/2004 Líneas: 24 Palabras: 337)