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Kinshasa (Agencia Fides) – Continuando con su visita pastoral en la República Democrática del Congo (véase Fides 30/6/2012), el Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, se reunió ayer por la tarde, 3 de julio, con los religiosos y religiosas que se encontraban en el Centro Interdiocesano de la Conferencia Episcopal. En su discurso, el Cardenal comenzó dando las gracias a los religiosos por su compromiso misionero realizado en esta tierra: “los religiosos y religiosas de diversas congregaciones misioneras, locales e internacionales, han jugado un papel histórico en la evangelización de este país. Ustedes son los herederos de aquellos heraldos valientes del Evangelio, llamados hoy a continuar la tradición del compromiso misionero de las personas consagradas para proclamar la Buena Nueva”.
La Asociación de Superiores Mayores (ASUMA) y la Unión de Superiores mayores (USUMA) representan a 10.600 personas consagradas, entre ellas 7.000 mujeres y 3600 hombres. “Este gran número de miembros - dijo el Cardenal - es un signo elocuente de la fecundidad de la vida religiosa consagrada, que, a partir de las congregaciones internacionales y misioneras, se ha diversificado y ampliado con la creación de congregaciones locales dinámicas y en gran parte dedicadas a la misión”. Después de citar el testimonio heroico de la religiosa Beata Clementina Anuarite Nengapeta, Virgen y Mártir, el Cardenal rindió homenaje “a todas las generaciones de personas consagradas que han trabajado y los que continúan trabajando en el servicio de la evangelización y de la promoción humana en este país, comprometiéndose a ofrecer sus vidas y su sufrimiento sólo a Dios y a su Evangelio”.
En su discurso, el Cardenal Filoni hizo hincapié en cómo la vida consagrada es “preciosa para la Iglesia” y juega un papel importante “en la vida eclesial y misionera”, ya que “las personas consagradas son una ayuda necesaria y valiosa para la actividad pastoral”. A continuación, reiteró que “la vida religiosa consagrada está profundamente arraigada en el ejemplo y la enseñanza de Jesús”, por lo tanto, las personas consagradas en su vida diaria deben destinar un lugar central a la oración y la meditación de la Palabra de Dios. En el mensaje enviado por Congregación para la Evangelización de los Pueblos para el reciente 50 aniversario de Asuma/Usuma, se recordaba que “la Iglesia, especialmente en el Congo, se espera mucho de las personas consagradas, sobre todo en el testimonio de la vida de oración y de comunidad, en la educación, la salud, el desarrollo humano y el servicio pastoral”. Luego, el Prefecto de la Congregación Misionera invitó a afrontar los problemas y las deficiencias de la vida religiosa identificadas con motivo del año jubilar con valor y determinación, tomando las medidas apropiadas, en primer lugar “un discernimiento serio y riguroso de los candidatos, una formación integral y de calidad y una formación permanente que promueva el crecimiento humano y espiritual”.
Por último, después de exhortar a los religiosos “a trabajar en profunda comunión con la Iglesia local y su responsable principal, el Obispo”, favoreciendo el diálogo y respetando las prerrogativas de cada uno, el Cardenal Filoni concluyó con esta exhortación: “Pónganse ustedes y sus respectivos carismas al servicio de vuestro país, principalmente para dar motivos de esperanza a los hijos e hijas del Congo que están pasando por situaciones dolorosas y dramáticas, debido a las sucesivas guerras, la inseguridad y la pobreza que asolan el país. Necesitados de reconciliación y de paz, sedientos de justicia, vuestros conciudadanos necesitan testigos y modelos a seguir para reconstruir una nueva sociedad”. (SL) (Agencia Fides 04/07/2012)
