OCEANIA/AUSTRALIA - Que la sociedad se reconcilie con los aborígenes, haya paz en las familias, diálogo entre las religiones, se cultive una cultura de la paz: todo esto en el mensaje de la Comisión Justicia y Paz de los Obispos australianos

jueves, 23 septiembre 2004

Sydney (Agencia Fides) - Promover una “cultura de la paz” a todos los niveles es una urgencia para la nación: afirma la Comisión "Justicia y Paz” de los Obispos australianos en un mensaje difundido a pocos días del trágico atentado a la embajada australiana en Yakarta y ante la inminencia de las elecciones políticas, qué se tendrán en el próximo mes de octubre en Australia. El mensaje, enviado a la Agencia Fides, se titula "La Paz sea contigo: cultivar una cultura de paz", y será distribuido a los fieles el domingo 26 de septiembre, día que la Iglesia australiana ha denominado "Día de la Justicia social".
El documento, que trata muchos temas que tocan de cerca la vida social y política de la nación australiana, insiste en la necesidad de reconciliarse con los aborígenes, de llevar la auténtica paz a las familias, de desarrollar el diálogo entre religiones y de cultivar una educación a la paz en la escuela, en la sociedad y en toda la nación.
El texto, firmado y presentado por Mons. Christopher Saunders, Obispo de Broome y presidente de la "Comisión Justicia y Paz", hace referencia al trauma y el miedo que el reciente atentado a la embajada australiana de Yakarta ha suscitado entre la población, y se pregunta qué pueden hacer los australianos para promover en su nación y en el mundo una auténtica cultura de la paz.
La familia, afirma el mensaje, es el principal agente de la futura paz, y es el lugar donde poder educar y enseñar a la persona la práctica de la no violencia. "Es un conjunto de alegrías y dificultades, momentos maravillosos, que hacen la paz". La familia desempeña un papel crucial en la interacción entre generaciones y se convierte en el núcleo fundamental del que mana la paz en las sociedades.
La sociedad australiana, señalan los Obispos, se proclama "tolerante y multicultural", a pesar de que hayan surgido recientemente movimientos xenófobos. El mensaje afirma que, para que esta definición corresponda a la verdad, es necesario un auténtico proceso de reconciliación con los aborígenes, habitantes originarios del nuevo continente. El mensaje invita a promover iniciativas que establezcan puentes entre la cultura dominante y la de las minorías indígenas, que significa promover proyectos para el desarrollo económico y social de las poblaciones, a menudo abandonadas en situación de pobreza y analfabetismo. Es importante que se restablezca un sentido de justicia y equidad en las disputas por la tierra y en las indemnizaciones por la cuestión de la llamada "generación robada."
En la nación, enuncia el texto, no podrá haber paz sin una verdadera paz entre las comunidades religiosas". Por ello, la Iglesia tiene que comprometerse cada vez más en el diálogo y en la oración interreligiosa, siguiendo el ejemplo que dio el Papa en 1986 y en el 2002 en Asís. Toda la nación, concluye el texto, debe cultivar a nivel social y político una cultura de la paz, que significa librarse de la violencia, crear instituciones democráticas sanas y de participación, promover una justicia social que no margine a ningún grupo o movimiento civil. (PA) (Agencia Fides 23/9/2004 Líneas: 40 Palabras: 554)


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