AFRICA/MADAGASCAR - “A pesar de las dificultades, el mensaje de la Iglesia es siempre de vida, de estimulo, de esperanza” dice a Fides Mons. Gustavo Bombin Espino, Obispo de Tsiroanomandidy

jueves, 23 septiembre 2004

Roma (Agencia Fides) - “La juventud y la emigración son los principales desafíos que se me plantean en estos momentos en mi diócesis, dado que es una diócesis con una población muy joven. El 75% de la población es menor de 25 años. La misma diócesis también es muy joven con apenas 46 años de erección y los primeros bautizados no tienen más de cien años. Además es una zona de inmigrantes con grandes extensiones despobladas”. Con estas palabras presenta a la Agencia Fides el Obispo de Tsiroanomandidy (Madagascar), Mons. Gustavo Bombin Espino, O.SS.T, originario de España, la diócesis de la que es Obispo desde hace 7 meses, después de 17 años de trabajo misionero. “Debemos acoger a estos inmigrantes y a estos jóvenes y darles la asistencia que necesitan en el plano espiritual y humano porque sino los emigrantes corren el riesgo de perder su fe”.
“Una de mis prioridades es el campo de la educación”, continúa Mons. Bombin. “Hay pocas escuelas católicas en todo el territorio. Nuestro objetivo es que cada Iglesia tenga una escuela y una biblioteca. En total tenemos 340 Iglesias y de momento 170 escuelas y 40 bibliotecas, así que en este campo todavía nos queda mucho por hacer. Además también queremos mejorar las que ya están funcionado, para lo cual estamos haciendo un proyecto y buscando financiación”.
La formación de los seminaristas, catequistas y agentes de pastoral es otro ámbito que requiere trabajo y atención. Se acaba de formar el Consejo Pastoral de la diócesis, explica el Obispo, formado en su gran mayoría por laicos, pues estos tienen un papel muy importante en la Iglesia local. A finales de septiembre tendrá su primera asamblea general.
Madagascar es un país con muchas vocaciones, recuerda Mons. Gustavo Bombin Espino. “En concreto en mi diócesis al ser una diócesis joven y con muchos emigrantes hay muchas vocaciones. Sobre todo tiene un índice muy alto de vocaciones femeninas, pero en los últimos años está aumentando también el números de religiosos y sacerdotes. Tenemos 9 seminaristas mayores, 15 menores”. “En estos momentos estoy realizando un llamamiento a comunidades religiosas tanto masculinas como femeninas porque el principal problema que he visto en Madagascar, desde mi experiencia de 17 años de trabajo en la diócesis como misionero, es la falta de continuidad. Se trabaja y se evangeliza pero normalmente no hay una presencia continua”
“De todas formas yo veo el futuro de la diócesis con mucha esperanza. De hecho he elegido como lema episcopal “Vida y Esperanza” porque pienso que a pesar de todos los problemas y dificultades, el mensaje de la Iglesia es siempre de vida, de estimulo, de esperanza”. (RG) (Agencia Fides 23/9/2004 Líneas: 34 Palabras: 469)


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