ASIA/VIETNAM - Ser persona abierta, en diálogo con todos, portador de los valores de libertad, justicia y solidaridad: trabajo de un Obispo en Vietnam

miércoles, 22 septiembre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Ser Obispo en Vietnam significa ser una persona abierta, en diálogo con todos, portador de los valores de libertad, justicia y solidaridad, relacionarse con caridad con los no cristianos, los ateos y los comunistas", afirma en un coloquio con la Agencia Fides, Mons. Joseph Tran Xuan Tieu, Obispo de Long Xuyen, en el Vietnam meridional, ilustrando el trabajo del Pastor de almas en un país como Vietnam.
"Nuestro estilo de presencia entre la gente - explica - está marcado por la caridad y la amistad, incluso con los ateos y no creyentes. Nuestra Iglesia, pequeña minoría en el país, realiza un pastoral de diálogo: tenemos buenas relaciones con todos, con fieles de otras religiones y con el gobierno, sin perder nunca nuestra plena fidelidad al Papa y a la Iglesia de Roma."
Mons. Joseph Tran Xuan Tieu narra la realidad de su diócesis, que cuenta con unos 240.000 fieles, 213 sacerdotes, más de 300 religiosas y 80 seminaristas. En su comunidad, afirma, hay una gran floración vocacional: "Desde 1975 hasta hoy hemos ordenado a más de 120 sacerdotes, un verdadero récord para Vietnam. El gran crecimiento de las vocaciones al sacerdocio hunde sus raíces en la fe experimentada y celebrada de modo auténtico en las familias. Así nuestra pastoral de cercanía a las familias da grandes frutos."
El Obispo dice a Fides que "lleva adelante con tranquilidad todas las actividades pastorales. Para nosotros la misión no es tanto predicar como dar testimonio con el diálogo, la cordialidad, la acogida, la solidaridad hacia los últimos, los pobres y los enfermos. La situación general para la Iglesia va constantemente mejorando, y estamos muy contentos de ello”.
Mons. Joseph Tran Xuan Tieu indica una particularidad de la que ha sido protagonista, con un hermano suyo sacerdote: él era párroco en una parroquia en Vietnam meridional, y trabajaba junto con su vice-párroco, el p. Joseph Ngo Quang Kiet. Su entendimiento era muy profundo, el movimiento y las actividades pastorales de la comunidad eran realmente florecientes, a nivel de catequesis, liturgia, caridad, presencia de jóvenes. En 1999 ambos fueron nombrados Obispos: él se quedó en el Vietnam meridional, mientras que Mons. Joseph Ngo Quang Kiet fue destinado a una diócesis del Norte. Hoy es Obispo de Lang Son-Cao Bang, diócesis con 5.000 fieles, dónde la vida religiosa ha empezado a reanimarse, además también se le ha confiado el cargo de Administrador Apostólico de Hanoi. (PA) (Agencia Fides 22/9/2004 Líneas: 31 palabras: 428)


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