AFRICA/SIERRA LEONA - “Se ha hecho justicia, pero también se debe condenar a quienes ayudaron a Taylor a vender los diamantes de sangre”, dice un misionero

viernes, 27 abril 2012

Freetown (Agencia Fides) - “La gran satisfacción es que un proceso por crímenes de guerra y contra la humanidad haya visto involucrado a un ex Jefe de Estado y que este haya sido condenado. De esta manera, la justicia, aunque lentamente, se ha realizado”, dice a Fides el p. Gerardo Caglioni, misionero javeriano con una gran experiencia en Sierra Leona, después de que la Corte Penal Internacional de La Haya haya declarado culpable de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, al ex-presidente de Liberia Charles Taylor.
Este ha sido declarado culpable de ayudar y apoyar los crímenes de guerra cometidos en Sierra Leona durante la guerra civil (1991-2002). La Corte ha dictaminado que Taylor proporcionó ayuda material, asistencia y apoyo moral a los rebeldes del RUF (Frente Revolucionario Unido) activos en Sierra Leona, y que tuvo una influencia sustancial, pero sin ejercer el mando y el control de la estructura. Taylor ha sido declarado culpable de complicidad con de los once delitos que se le imputaban, entre los que se encuentran: actos de terrorismo, asesinato, actos de violencia, violación, esclavitud sexual, ultraje a la indignidad humana, reclutamiento de niños y saqueos.
“Taylor ha utilizado los famosos 'diamantes de sangre' para financiar la guerra”, explica el padre Caglioni. “Aunque no está directamente implicado en el control del RUF, era una herramienta indispensable para que la guerra continuase. Taylor vendía en los mercados internacionales los diamantes de Sierra Leona obtenidos por el RUF y adquiría armas”. Desde Liberia, donde era Jefe de Estado, Taylor introducía en el mercado internacional los diamantes de Sierra Leona haciéndolos pasar por liberianos. En Monrovia, también era jefe de la red de contrabando de armas que suministraba armas al RUF.
El misionero señala que “la justicia debería hacerse también en otra dirección. Pienso en las empresas extranjeras que han introducido en el mercado internacional, por mediación de Taylor, los diamantes del RUF. Sin la cooperación de estas empresas, la guerra en Sierra Leona no habría ocurrido”. “Otras muchas personas han contribuido directa o indirectamente a la guerra: comprando esos diamantes han hecho posible el reclutamiento de niños soldados y otros crímenes de guerra”, concluye el padre Caglioni. (L.M.) (Agencia Fides 27/4/2012)


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