VATICANO - "La santidad contribuye al crecimiento de la Iglesia, enciende la esperanza en el corazón de los hombres y profesa eficazmente el mandamiento misionero del Señor": invitación del Card. Crescenzio Sepe al cierre del Seminario de estudio para los Obispos de nuevo nombramiento

lunes, 20 septiembre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Una solemne Concelebración Eucarística en la Basílica Vaticana, sobre la tumba del Apóstol Pietro, ha marcado la conclusión, el sábado 18 de septiembre, del Seminario de estudio para los Obispos de nuevo nombramiento promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que ha reunido en Roma durante dos semanas a 118 Obispos de los países de misión. "La santidad contribuye al crecimiento de la Iglesia, enciende la esperanza en el corazón de los hombres y profesa eficazmente el mandamiento del Señor: id por todo el mundo y predicad el Evangelio": ha sido la consigna del Card. Crescenzio Sepe, que presidió la Concelebración, a los Obispos procedentes de 34 naciones de África, Asia, América y Oceanía.
"Aquí, sobre esta colina vaticana, Pedro testimonió su amor y su fidelidad a Cristo; de aquí sus Sucesores continúan el ministerio petrino a favor de la Iglesia universal y de toda la humanidad. Queridos hermanos - dijo el Card. Sepe -, vosotros ahora partís de la tumba de Pedro, dónde habéis renovado vuestra fidelidad a Cristo y a la Iglesia, para volver renovados a vuestras Diócesis, para continuar la gran misión como sucesores de los Apóstoles que os ha confiado Jesucristo."
El Espíritu Santo continua acompañando a la Iglesia en su misión de evangelización de los pueblos, en todo tiempo y hasta los confines de la tierra "pero ¿cuál es el mundo que estamos llamados a evangelizar?” se preguntaba el Cardenal en la homilía. Es un mundo caracterizado por la fragmentación de los valores, el pluralismo teológico, el relativismo, pero también por una nueva pregunta de sentido, que se abre a la esperanza y a la solidaridad. Para anunciar el Evangelio en este contexto, es necesario en primer lugar la santidad: "¡Sed Obispos santos, para poder ser forjadores de santos en este nuevo milenio! ¡- ha exhortado el Cardenal -. Encarnad el Evangelio que predicáis sobre todo con el testimonio de vida! Encarnar a Cristo significa ante todo acogerlo sin límites ni condiciones, aceptando dejarse conquistar sin interponer el muro de nuestros intereses humanos y de nuestro egoísmo."
En particular el Prefecto del Ministerio Misionero ha invitado a los Obispos a atender la porción del rebaño que les ha sido confiado, estando siempre abiertos también "a la corresponsabilidad de la Iglesia universal y de la Iglesia misionera", a cultivar el espíritu de comunión ("Haced de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión", MNI 43) con el Sucesor de Pedro, dentro de las Conferencias Episcopales y con el presbiterio diocesano; a realizar "un sólida pastoral vocacional" de la que depende el futuro de la Iglesia; a valorizar la colaboración de los laicos, que "con frecuencia trabajan en la frontera de la misión."
El Card. Sepe concluyó con esta exhortación: "Tenemos ante nosotros un gran desafío misionero que, a pesar de las dificultades, queremos realizar porque estamos seguros de que Cristo siempre estará con nosotros". (S.L) (Agencia Fides 20/9/2004; Líneas: 38 Palabras: 532)


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