AFRICA/ETIOPIA - "Independientemente de la religión casi todos practican diversas formas de mutilación genital femenina" dice a Fides un Obispo misionero de Etiopía

lunes, 20 septiembre 2004

Roma (Agencia Fides) - Es una tradición que se pierde en el tiempo y que es practicada por la mayor parte de las poblaciones etíopes independientemente de su religión". Así describe a la Agencia Fides Mons. Domenico Crescentino Marinozzi la práctica del escisión femenina realizada durante siglos en Etiopía. Mons. Marinozzi, Capuchino, es Vicario Apostólico de Soddo-Hosanna al sur de Etiopía y desde hace años dirige una campaña para poner punto final a la práctica de la mutilación sexual femenina. "En mi Vicariato están presentes poblaciones animista, de religión cristiana ortodoxa etíope y católicos. Independientemente de la religión todos practican diversas formas de mutilación genital femenina, entre ellas la más grave, la escisión. Paradójicamente son las poblaciones más primitivas las que no mutilan a sus mujeres" dice el Obispo. "Estas prácticas dejan profundas huellas, físicas y psicológicas, en las jóvenes. Según la población, la mutilación se realiza nada más nacer o bien en la pubertad, alrededor de los 12-13 años, creando traumas graves a las jóvenes" recuerda el Obispo.
"La Iglesia católica siempre se ha opuesto a esta forma de violencia discriminatoria respecto a la mujer, porque de esto se trata. Cuando preguntamos a la gente la razón de la mutilación sexual femenina, ninguno sabe dar una respuesta. Pero está claro que es un modo de tener a la mujer sumisa e impedir que desarrolle plenamente su sexualidad" dice el Obispo. "Por este motivo, desde hace años como Iglesia estamos realizando una apremiante campaña de información para hacer que cesen estas prácticas."
"La reciente decisión del gobierno de prohibir las operaciones de mutilación sexual en las estructuras sanitarias públicas es una señal importante que refuerza nuestra campaña de sensibilización. Nos damos cuenta de los riesgos que esta decisión comporta, porque muchas chicas serán realizadas en estructuras privadas sin ninguna garantía higiénica, pero estamos convencidos de que la situación está cambiando. Muchas jóvenes en efecto, comienzan a rebelarse y no quieren ser sometidas a la intervención" afirma Mons. Marinozzi, quien añade: "las conciencias se están despertando, la mentalidad comienza a desarrollarse, pero todavía queda un largo camino por recorrer antes de poner fin a estas prácticas."
Precisamente en estos días se está desarrolla en Nairobi, capital de Kenia, una conferencia internacional sobre el problema de las mutilaciones sexuales femeninas. Según las estimaciones más atendibles han padecido la mutilación genital entre 120 y 130 millones de mujeres en el mundo; y unos 2-3 millones siguen padeciéndola anualmente: esto es, una cada cuatro minutos. África subsahariana es el sitio donde tales prácticas están más difundidas, seguida por algunos países árabes, Egipto y Yemen a la cabeza.
La Iglesia católica está en primera línea para ayudar a las jóvenes víctimas de la escisión, aunque pagando un alto precio en vidas humanas. Recordamos a Annalena Tonelli, la voluntaria católica, asesinada en Borama (Norte de Somalia) el 5 de octubre del 2003, muerta a manos de extremistas que estaban en contra de su campaña contra la mutilación sexual femenina. (L.M) (Agencia Fides 20/9/2004 Líneas: 39 Palabras: 516)


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