VATICANO - Mensaje del Papa a los jóvenes: “sed misioneros de la alegría, misioneros entusiasmados de la nueva evangelización”

miércoles, 28 marzo 2012

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Quisiera alentaros a ser misioneros de la alegría. No se puede ser feliz si los demás no lo son. Por ello, hay que compartir la alegría. Id a contar a los demás jóvenes vuestra alegría de haber encontrado aquel tesoro precioso que es Jesús mismo. No podemos conservar para nosotros la alegría de la fe; para que ésta pueda permanecer en nosotros, tenemos que transmitirla”. Lo ha pedido el Santo Padre Benedicto XVI a los jóvenes del mundo en el mensaje que les ha entregado para la XXVII Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará el 1 de abril de 2012, Domingo de Ramos, a nivel diocesano, sobre el tema de la carta de San Pablo a los Filipenses: «Alegraos siempre en el Señor» (4,4).
El Papa subraya que “la alegría es un elemento central de la experiencia cristiana” y en particular es una de las características de cada Jornada Mundial de la Juventud. “La Iglesia tiene la vocación de llevar la alegría al mundo, una alegría auténtica y duradera, aquella que los ángeles anunciaron a los pastores de Belén en la noche del nacimiento de Jesús”, recuerda el Santo Padre, que en su mensaje manifiesta como “en el difícil contexto actual, muchos jóvenes... tienen una inmensa necesidad de sentir que el mensaje cristiano es un mensaje de alegría y esperanza”.
“Más allá de las satisfacciones inmediatas y pasajeras, nuestro corazón busca la alegría profunda, plena y perdurable, que pueda dar «sabor» a la existencia” escribe el Papa, que subraya como las alegrías auténticas “tienen su origen en Dios, aunque no lo parezca a primera vista”. Por tanto, encontrar al Señor, hacer espacio a Jesucristo y su Evangelio, “es el camino para tener la paz y la verdadera felicidad dentro de nosotros mismos, es el camino para la verdadera realización de nuestra existencia de hijos de Dios”.
“La alegría está íntimamente unida al amor; ambos son frutos inseparables del Espíritu Santo. El amor produce alegría, y la alegría es una forma del amor” explica el Papa, invitando a los jóvenes a entrar en la alegría del amor siendo generosos, no conformándose con dar el mínimo, sino comprometiéndose a fondo, con una atención especial por los más necesitados, contribuyendo a que la sociedad sea más justa y humana. Les exhorta también a no tener miedo de la llamada de Cristo a la vida religiosa, monástica, misionera o al sacerdocio: “tened la certeza de que Él colma de alegría a los que, dedicándole la vida desde esta perspectiva, responden a su invitación a dejar todo para quedarse con Él y dedicarse con todo el corazón al servicio de los demás”.
El Santo Padre por último exhorta a recurrir a menudo al Sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, que es “el Sacramento de la alegría reencontrada”, y señala como modelos a dos jóvenes beatos Pier Giorgio Frassati (1901-1925) y Chiara Badano (1971-1990), “que muestran cómo el cristiano auténtico no está nunca desesperado o triste, incluso ante las pruebas más duras, y muestran que la alegría cristiana no es una huida de la realidad, sino una fuerza sobrenatural para hacer frente y vivir las dificultades cotidianas”.
El Mensaje termina con la invitación a los jóvenes a ser “Testigos de la alegría”, “¡misioneros entusiasmados de la nueva evangelización! Llevad a los que sufren, a los que están buscando, la alegría que Jesús quiere regalar. Llevadla a vuestras familias, a vuestras escuelas y universidades, a vuestros lugares de trabajo y a vuestros grupos de amigos, allí donde vivís. Veréis que es contagiosa”. (SL) (Agencia Fides 28/03/2012)


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