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Colombo (Agencia Fides) - Después de meses de punto muerto e incertidumbre, se reabre un resquicio de paz en Sri Lanka. "Las esperanzas de pacificar el país - señala una fuente de Fides en la Iglesia local - eran muy pocas parecía que la situación podía degenerar de nuevo. Pero ahora esperamos una lenta pero gradual mejoría. Que las partes en lucha sepan renunciar a algunas de sus pretensiones y tengan siempre en la mente el bien del pueblo ceilandés, cansado del conflicto, y que en el último año ha comenzado de nuevo a saborear una vida normal, en un clima de paz."
Una señal positiva es la visita del mediador noruego Erik Solheim que acaba apenas de llegar a la isla y tendrá encuentros con exponentes del gobierno y los rebeldes, en el intento de dar un cambio a las negociaciones, que se paralizaron hace más de un año. Solheim irá a Colombo, donde tendrá reuniones con altos líderes políticos, y luego irá al Norte, a las zonas controladas por los rebeldes, que la pasada semana lanzaron un llamamiento para la reanudación de las negociaciones.
El problema fundamental, señala la fuente de Fides, es restablecer la confianza entre las partes, erosionada por los numerosos episodios de violencia registrados en el último período, sobre todo a causa de la cuestión relativa a la división del frente tamil: los rebeldes se han dividido en efecto, en dos facciones, al surgir un nuevo líder, llamado Karuna, que el Liberation Tigers of Tamiles Eelam (LTTE) afirma es apoyado por el gobierno.
La presidenta Kumaratunga ha dicho recientemente que está preparada para retomar las negociaciones con el LTTE pero, según los observadores, hasta que no se solucione la cuestión de Karuna, será difícil empezar las negociaciones.
Una reciente relación de Human Rights Watch ha confirmado que el alto al fuego, que rige desde hace mas de dos años, no ha significado el fin de la violencia. Se han registrado señales de tensión por observadores europeos establecidos en el territorio: ellos han informado que el alto al fuego ha sido violadas varias veces por ambas partes.
Los Obispos ceilandeses, preocupados por la suerte del proceso de paz, han invitado a ambas partes a "no abandonar el camino de la paz, a no ceder a la violencia, para no caer en la era oscura del odio y la guerra". Los católicos del Sri Lanka por su parte, con representantes en la comunidad singalesa y tamil, siguen actuando de puente entre las etnias, promoviendo programas de reconciliación social en las escuelas, sobre todo entre los jóvenes, con la esperanza de que las nuevas generaciones puedan dar un voto libre y pacífico al país en el tercer milenio.
(PA) (Agencia Fides 15/9/2004 Líneas: 33 Palabras: 472)
