VATICANO - Seminario de estudio para los Obispos - El Card. Nicora ilustra las necesidades y riesgos del servicio administrativo, indispensable para "asegurar los medios materiales para que la misión confiada por Jesús a su Iglesia pueda realizarse en el tiempo"

lunes, 13 septiembre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Culto, pastoral, caridad, personal eclesiástico: son los cuatro fines constitutivos de la posesión y el empleo de los bienes en cuanto eclesiales. La Iglesia sólo puede poseer recursos para esto, no podría poseer legítimamente bienes para perseguir otros fines que no fueran atribuibles a estos cuatro fundamentales". Ha afirmado el Card. Attilio Nicora, Presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, que esta mañana ha abierto la segunda semana de trabajos del Seminario de estudio para los Obispos de reciente nombramiento, promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Ilustrando "Necesidad y riesgos del servicio administrativo del Obispo diocesano", el Card. Nicora ha subrayado que la tarea de la administración eclesiástica consiste en primer lugar "en asegurar en concreto, en un determinado momento y en una cierta condición histórica y social, que los bienes que hacen parte del patrimonio de las entidades de la Iglesia sirvan efectiva y eficazmente a la búsqueda de estas cuatro finalidades."
Las otras tareas de administración eclesiástica se pueden reunir en: "conservar y mejorar los recursos bajo el perfil de la calidad y, si posible, también de la cantidad"; promover "el orden, la claridad, los deberes de justicia relacionados con la gestión de los bienes", pero también asegurar "una límpida rendición de cuentas sobre el empleo de los mismos, especialmente respecto a quien ha ofrecido los recursos con el fin de destinarlos en favor de la misión de la Iglesia"; incrementar la comunión y la "solidaridad" tanto dentro de diócesis, parroquias, fundaciones... como en el cuadro más amplio de las necesidades de toda la Iglesia; mantener una correcta relación con las instituciones de la sociedad civil.
Después el Card. Nicora ha puesto en guardia al administrador de algunos riesgos, el primero de todos el de "de usar el propio papel a fines de poder" como persona de la que depende al menos en parte la suerte de otros. Está luego el riesgo de ceder a la "mentalidad del mundo”, pensando que el objetivo justifica los medios, que es astuto estafar las leyes del Estado si se puede hacer sin peligro. "El Estado no es un enemigo sino la casa de todos - ha dicho el Cardenal -. Pagar los impuestos no es un pecado sino un deber, porque los impuestos son el instrumento necesario para asegurar el complejo de servicios que hacen más humana la sociedad y de los que también disfrutamos nosotros y nuestras obras". Se debe evitar por último, el peligro de "alimentar apariencias pomposas y el culto de la personalidad."
"El desafío - el Cardenal ha concluido - es transformar en elementos de espiritualidad estos motivos de tensión (las necesidades y los riesgos) no padeciéndolos como un peso indebido y extenuante, sino convirtiéndolos en el modo específico y propio a través de los cuales se vive el don recibido, poniéndolo al servicio, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios". (S.L) (Agencia Fides 13/9/2004; Líneas: 37 Palabras: 530)


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