ÁFRICA/GHANA - Una fuerte apelación de parte de los Obispos del África occidental, al respeto de la democracia y al buen gobierno, presupuestos indispensables para el desarrollo y la paz

martes, 7 septiembre 2004

Acra (Agencia Fides) - Hacer avanzar la democracia para progresar en el desarrollo y en la paz. Es cuánto los Obispos reunidos en la Asociación de las Conferencias Episcopales del África anglófona (AECAWA) escriben en el comunicado final a la conclusión de la X Asamblea Plenaria del AECAWA que se ha llevado a cabo del 21 al 30 de agosto en Ho (Ghana).
“Estamos agradecidos a Cristo, Príncipe de la Paz, por la calma relativa que ha prevalecido en nuestra región desde nuestra última sesión plenaria que se realizó hace 3 años en Enugu (Nigeria)” escriben los Obispos. “Somos particularmente felices por la gradual vuelta a la paz y a la normalidad en Sierra Leona y en Liberia después de años de conflictos armados e inestabilidad.”
Los Obispos reconocen que "aunque si nuestra región haya conocido una paz relativa en los últimos años, tiene que afrontar todavía muchos desafíos. Tensiones étnicas y religiosas y luchas políticas han causado pérdidas de vidas y siguen amenazando la paz y la seguridad de nuestras naciones. El recorrido hacia la plena democracia permanece difícil y en algunos lugares frustrantes. Mientras algunos países parecen haber cumplido progresos de relieve por un sistema de gobierno estable y demócrata, subsiste frágil el buen gobierno en la región."
La cuestión de la democracia y el buen gobierno es relacionada a aquella del desarrollo económico. De hecho los Obispos escriben: "La región continúa a deber enfrentarse con la explotación post-colonial y la manipulación de parte de poderes externos, como con la mala gestión de sus recursos humanos y materiales de parte de líderes auto referenciales". En estas condiciones "los pobres llevan el peso de los efectos negativos de las industrias de la extracción, sacando beneficios mínimos de las utilidades de estas actividades."
En el plano político, los Obispos se dicen contentos por el fin de las dictaduras militares y la inestabilidad política que caracterizó hasta hace poco la región, pero observan que “algunos países africanos todavía padecen el fenómeno de los Presidentes a vida”. “Las jóvenes democracias africanas - escriben los Obispos - exigen crecer y nutrirse con atención, además del arraigamiento de conceptos como transparencia y vigilancia”. Uno de los problemas más graves de afrontar en la vida de las jóvenes democracias africanas permanece el de la corrupción. Según los Obispos “la corrupción ha demostrado de ser endémica en África. Menosprecia la democracia, humilla los méritos, instala la mediocridad y promueve la injusticia en muchos sectores de la vida pública. Muchos líderes corruptos engruesan sus cuentas bancarias con sumas ilícitamente ganadas."
Pero existen también otras responsabilidades: “La indigencia económica de nuestros países ha empeorada por la enorme, abrumador peso de la deuda extranjera del que la población muy difícilmente ha obtenido beneficios” afirman a los Obispos. “Las actuales y las futuras generaciones de nuestras naciones se han vuelto esclavas del pago de la deuda. Se trata no sólo de un problema económico, sino también moral. Se pone la cuestión de la justificación ética del fardel de la deuda sobre las futuras generaciones africanas, mientras que sus contrapartes en los países acreedores industrializados podrán recoger enormes rentas financieras de los intereses crecientes. Al mismo tiempo, existe una paradoja que las increíbles sumas de dinero, escondidas por nuestros líderes corruptos en los bancos extranjeros, sean más que suficientes para pagar las deudas que nuestros países han contraído con los acreedores extranjeros."
Para solucionar esta situación, los Obispos ratifican los valores de la democracia, del buen gobierno, de la correcta gestión de los recursos. (L.M) (Agencia Fides, líneas 47 palabras 615).


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