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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Escuchar la buena noticia de Jesucristo es la comunicación más importante que los seres humanos pueden recibir; por ello nuestra primera responsabilidad es precisamente comunicar esa noticia de la manera más eficaz posible”. La recomendación es del Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Su Excelencia Mons. John P. Foley, que ha intervenido esta mañana, 7 de septiembre, en el Seminario de estudio para los Obispos de reciente nombramiento, que se desarrolla en Roma. El arzobispo, que ha colocado su intervención titulada "“El obispo y el uso de los medios de comunicación”, en un marco de carácter teológico y espiritual, se ha puesto ante todo la siguiente pregunta: ¿Cómo podemos comunicar la buena noticia de Jesucristo? Con el buen ejemplo, el ejemplo de unas vidas transformadas por Cristo, con la predicación y la enseñanza de las verdades básicas de la fe, y ayudando a la gente a orar, a través del trabajo que la Iglesia hace a favor de los enfermos, de los pobres, no obstante, también podemos y debemos comunicar la buena nueva de Jesucristo a través de los medios de comunicación” ha subrayado Mons. Foley.
En su intervención, el Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales ha citado los documentos del Magisterio sobre este tema, subrayando como cada diócesis está llamada a desarrollar un plan pastoral para las comunicaciones sociales y que las comunicaciones tienen que ser parte de todos los planes pastorales. En particular Mons. Foley ha ilustrado los elementos que tienen que contener en la elaboración de un plan pastoral de las comunicaciones y sus objetivos, según cuanto indicado en la Instrucción pastoral "Aetatis novae"
“La Buena Nueva de Jesucristo puede y debe ser anunciada en la prensa, en la radio, en la televisión y en el Internet”, ha subrayado Mons. Foley," que ha subrayado como la radio sea probablemente el medio más usado en los países de los cuales provienen los Obispos que participan en el Seminario de estudio, "es más barato que la televisión, alcanza a más personas que la prensa y es menos tecnificado que el Internet". En la parte conclusiva de su relación, Mons. Foley se ha detenido sobre la necesidad de producir publicaciones, programas radiofónicos y televisivos, “de la calidad más alta posible”!: " No ofrecer a Dios nada menos que lo mejor, y no dar la impresión de que lo que se hace en nombre de Dios sea inexperto o descuidado… Jesús llevó a la gente su mensaje por medio del testimonio de su vida; debemos hacer lo mismo, a través de la radio o la televisión especialmente, como lo hace en nuestros contactos cotidianos”. (S.L) (Agencia Fides 7/9/2004; Líneas 35 - Palabras 472).
