Roma (Agencia Fides) – La crisis de los organismos internacionales, no debe llevar a eliminarlos, sino a reforzarlos para que desempeñen su función original: es la convicción del Presidente del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”, el Arzobispo Renato Raffaele Martino expresada en el Convenio nacional sobre Caritas diocesanas italianas, recién concluido en Orosei (Cerdeña).El tema del Convenio, que ha tenido lugar del 16 al 19 de junio, ha sido: “Elecciones de justicia, caminos de paz”. Han participado unos 500 delegados provenientes de 180 diócesis. En la jornada conclusiva del jueves 19 de junio, el Presidente del Consejo Pontificio “Justicia y Paz” presentó una relación sobre el papel de los organismo s internacionales en la promoción de la justicia y la paz.
Refiriéndose a los actuales límites y crisis de las instituciones internacionales, en particular de las Naciones Unidas, de la cual ha sido Observador permanente de la Santa Sede durante 16 año, Mons. Martino expresó la convicción de que precisamente tales límites deben empujar a reforzarlas. “Esto quiere decir aplicar con mayor convicción el principio de subsidiariedad; emprender de manera gradual reformas que valoricen el multilateralismo; adaptar la estructura de la ONU a las relaciones reales entre los Estados, apoyar y desarrollar una mayor eficacia pedagógica de estas instituciones, en particular de las mismas Naciones Unidas”.
El presidente de Justicia y Paz puso de relieve también que la constante referencia del Santo Padre a la ONU antes, durante y después de la guerra de Irak, no implica una aprobación de su estructura actual o de las relaciones de fuerza que tienen lugar en la misma.
”Quiere ser más bien -subraya Mons. Martino - un llamamiento fuerte a los ideales que guían la ONU y que son el fundamento de cualquier otro organismo internacional, quiere ser una invitación a reforzar la consolidación de las relaciones internacionales que la guerra en Irak ha comprometido, independientemente del juicio ético y político que se dé de ese conflicto”.
El Arzobispo puso además en evidencia que “es el momento de trabajar todos juntos para construir una especie de ingeniería constitucional de la humanidad, que no dé vida a un super-Estado mundial, sino que - como sugiere la Pacem in Terris de Juan XXIII- continúe y profundice en el proceso ya en acto de construcción participada de niveles transparentes y articulados de autoridad”. Mons. Martino concluyó afirmando que “Si se quiere que la paz no sea sólo la consecuencia de una violencia impuesta (que entre otras cosas promueve nuevos conflictos) y de larga y agotadoras negociaciones (que con frecuencia se quedan en papel), es necesario que surja de valores efectivamente compartidos y vividos”. (S. L.) (Agencia Fides 20/6/2003 Líneas: 37 palabras: 463)