EUROPA/ITALIA - Los Diez mandamientos hoy: "Deberían ser aplicados, vividos, interpretados en su antigua y siempre nueva vitalidad y sabiduría" ha escrito en exclusiva Paola Bignardi, presidenta nacional de la Acción Católica italiana

viernes, 30 julio 2004

Roma (Agencia Fides) - "El tiempo que estamos viviendo nos parece cada vez menos capaz de "adecuar los muros de la ciudad terrena a los de la Jerusalén celeste", por usar la amada expresión de Giorgio La Pira. Es como si fuéramos cada vez más incapaces de hacer un recorrido de vida que tenga en cuenta a los otros: los pobres de nuestras ciudades, las personas afectadas por el sufrimiento, la enfermedad; las familias atravesadas por conflictos duros y dolorosos; las personas que han perdido el trabajo y cuantas tienen dificultad para llegar a finales del mes con el sueldo; los extranjeros rechazados y los que son acogidos y trabajan, pero con un sueldo mínimo, para ayudar a la familia que se ha quedado lejos; los jóvenes siempre en busca de horizontes nuevos, pero a los que no siempre se ayuda a construir sólidamente su futuro.
De vez en cuando leemos artículos sobre los nuevos mandamientos, o sobre como los viejos - permítaseme el término - Mandamientos deben ser releídos y actualizados, desplazando prioridades y añadiendo o quitando culpas y pecados. Quizás son solo aplicados, vividos, interpretados en su antigua y siempre nueva vitalidad y sabiduría. Quizás el deseo de construir una existencia a nuestra medida nos lleva a interpretar, corregir: he aquí que Dios nos dona los diez Mandamientos; y nos parece como un juez difícil que entender, pronto a castigar.
¡Pero nos equivocamos! Dios es sobre todo amor, es el constructor que funda el edificio sobre bases seguras y sólo pide que se respeten los parámetros para hacer crecer sólida la casa. ¡No ha sido precisamente Cristo, el hijo de Dios, quien nos ha dado el mandamiento que los reúne a todos: ¡amar al prójimo como a ti mismo!
Y entonces, ¿dónde hemos puesto nuestro amor hacia el que sufre, el que están en dificultad; hacia el extranjero que nos pide ayuda en la nueva vida; hacia el joven que no es capaz de construirse una familia, una casa?
Los Mandamientos nos interpelan cada día; interpelan a hombres y mujeres, a políticos y simples ciudadanos de esta ciudad que deberíamos edificar según la Jerusalén celeste, pero que nunca seremos capaces de darle la misma armonía.
El Cardenal Carlo Maria Martini escribe: “Nos podemos también avergonzar del Evangelio esforzándose en vivirlo en algún sector de la vida, pero luego dejando que en muchos otros sectores dominen juicios mundanos, modos de actuar y de pensar que obedecen a los ídolos corrientes. Y así puede suceder que personas que incluso conocen y aman el Evangelio, sean como mudas ante las circunstancias y acontecimientos de la vida económica, social, civil y política, no osando tomar partido y no iluminando las elecciones que hacerse con la luz del conocimiento de Jesús. No se trata tanto de gritar 'Señor, Señor' sino de expresar esos juicios que, partiendo del Evangelio, ayuden a la gente a hacerse una idea objetiva y serena de los problemas y los valores en juego."
Este es el camino a seguir, de otro modo ¿cómo responder a quién nos pide cuentas de la esperanza que está en nosotros?” (Paola Bignardi) (Agencia Fides 30/7/2004 - Líneas: 40 Palabras: 549)


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