OCEANIA/POLINESIA FRANCESA - Aumento de las vocaciones y formación del clero: las grandes obras por el Reino de Dios que los Misioneros Oblatos de Maria Inmaculada dejan después de 27 años de misión en Polinesia

viernes, 30 julio 2004

Papeete (Agencia Fides) - Han sido 27 años de misión incansable, realizada con celo apostólico, dedicación, en el diálogo y en la máxima apertura a la voluntad de Dios y al prójimo: este es el balance de la presencia en la Polinesia francesa de los Misioneros Oblatos de Maria Inmaculada (OMI) que el 31 de julio dejarán definitivamente la misión.
Mons. Hubert Coppenrath, Arzobispo de Papeete, ha recordado el valioso trabajo apostólico, con la contribución de sacerdotes, religiosos, laicos, diáconos, sobre todo en el Seminario Mayor Diocesano.
Más de dos mil fieles se han reunido para una Celebración Eucarística de agradecimiento y despedida, presidida por Mons. Coppenrath, en la parroquia de San José en Faaa, que ha visto también la presencia de Óscar Temaru, nuevo Presidente de la Polinesia francesa, y de otras autoridades civiles.
El Obispo ha subrayado la contribución fundamental de los Oblatos en el crecimiento de las vocaciones y la formación del clero.
"El 30 de agosto de 1977 - ha dicho el Obispo - los primeros tres Oblatos llegaron a Tahiti. Fueron el p. Jules Guy, p. Patrice Morel, p. Daniel Nassaney. Más tarde llegó también el p. Roger Roy. La prioridad de su labor fue promover las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales necesarias para el crecimiento de la Iglesia local. Constatando la falta de sacerdotes, ellos aceptaron trabajar en nuestras parroquias. Pero la contribución más grande que han ofrecido ha sido la creación del Seminario Mayor de Nuestra Señora de Pentecostés, abierto en 1984 con cuatro seminaristas. En veinte años de actividad, ellos han formado a 17 sacerdotes: 12 de Tahiti, uno de Marquises, uno de Wallis y tres religiosos.
Hoy con pena los vemos partir. Pero ellos han realizado su misión. Esta misma iglesia en la que celebramos esta Eucaristía fue construida por los Oblatos: mantenemos hacia ellos un grandísimo reconocimiento por la gran acción de gracia que hemos recibido."
En una carta del Superior General de la Congregación, p. Wilhelm Steckling, se lee: "La misión de la Iglesia en la Polinesia francesa ha hecho revivir la visión que nuestro Fundador tenía originariamente para nuestra congregación. Él consideraba la formación del clero diocesano como una de sus prioridades. La tradición de formar al clero diocesano ha sido mantenida hasta hoy de varias formas, en Canadá, Sri Lanka, Lesotho, Sur África y Estados Unidos. El llamamiento de San Eugenio de Mazenod nos empuja una vez más a ayudar a las Iglesias locales y a preparar los Oblatos para nuevas futuras exigencias."
En los años pasados, 25 Oblatos han trabajado en las islas polinesias, procedentes de Estados Unidos, Canadá, Francia, Congo, Sur África y Australia. "Soy consciente de la tristeza que produce el dejar estos lugares - concluye el Superior general -. Cuento con las oraciones de nuestros amigos en la Iglesia local en Tahiti y estoy seguro de que nuestra unión con la Iglesia del Océano Pacífico se mantendrá". (PA) (Agencia Fides 30/7/2004 Líneas: 40 Palabras: 519)


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