AMERICA/ESTADOS UNIDOS - La colaboración de las organizaciones católicas en la lucha contra el SIDA, centro de una videoconferencia organizada por la embajada EE.UU. ante la Santa Sede

miércoles, 28 julio 2004

Roma (Agencia Fides) - Estados Unidos pide la colaboración de las organizaciones católicas en el ámbito de su estrategia para combatir la difusión del SIDA en el mundo, ha afirmado el embajador Randall Tobias, coordinador del proyecto global contra el SIDA del gobierno de EE.UU, en el curso de una videoconferencia organizada por la embajada estadounidense ante la Santa Sede. En el encuentro han participado en representación de la Santa Sede, el Cardenal Javier Lozano Barragán, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral Sanitaria; Mons. Frank Dewane, Subsecretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz; Mons. Bernardito Auza, en representación de la Secretaría de Estado; Mons. Antonio Guerrero Soto, del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud y Mons. Jacques Suaudeau, en representación de la Pontificia Academia de la Vida.
Estaban también presentes Mario Marazziti, Massimo Magnano y Leonardo Palombi de la Comunidad de S. Egidio; Karel Zalenka del Catholic Relief Services y Duncan MacLaren de Caritas Internationalis. Moderó la mesa redonda el embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede, Jim Nicholson.
La colaboración pedida por el gobierno americano se explica también con el hecho que el 27% de las estructuras sanitarias en los países más pobres son católicas. El embajador Tobias ha recordado que Estados Unidos quieren asignar 15.000 millones de dólares en los próximos 5 años para combatir la difusión de la enfermedad, que cada día provoca, según el embajador "al menos tres veces el número de muertos de los atentados del 11 de septiembre". El responsable del proyecto global anti-SIDA ha explicado que el gobierno americano quiere recurrir al mercado para reducir el precio de los fármacos anti-SIDA. Se quiere explotar la competición entre empresas concurrentes para disminuir los costes de las sustancias antirretrovirales. Con este fin, el gobierno de Washington ha pedido a las sociedades farmacéuticas de todo el mundo que sometan sus nuevos productos a los test de las autoridades estadounidenses para los fármacos (Food and Drug Administration) de modo que puedan ser adquiridos y distribuidos en el ámbito del programa.
Los representante católicos han insistido de todas formas, en que hay que acelerar los tiempos para la distribución de los fármacos a los países más pobres y han reafirmado la necesidad de relacionar el problema de la pandemia al desarrollo social y económico. Los representantes de la Comunidad de S. Egidio, que ha puesto en marcha en África muchos proyectos de asistencia a los enfermos de SIDA, han afirmado que junto a la distribución de los fármacos, es necesario promover la formación del personal médico y paramédico local. Mario Marazziti ha subrayado incluso el papel de los medios de comunicación en la lucha contra el SIDA: "Cuando se hace entender a la población africana que existen tratamientos contra el SIDA, entonces los tabúes y prejuicios sociales respecto a la enfermedad y al enfermo disminuyen" recordó el portavoz de S. Egidio. (L.M) (Agencia Fides 28/7/2004 Líneas: 37 Palabras: 504)


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