EUROPA/ITALIA - Los Diez Mandamientos hoy: intervención de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, en exclusiva para la Agencia Fides.

martes, 27 julio 2004

Roma (Agencia Fides) - LEY DE DIOS PARA UN MUNDO NUEVO - Así presenta Chiara Lubich a los jóvenes los diez mandamientos: les plantea el compromiso en la construcción de un mundo nuevo, y les pone el interrogante: "Para hacer un mundo nuevo ¿existen leyes radicales, con autoridad para la conciencia del hombre que puedan sanear la actual situación de violencia y de mal difundido?”. Y he aquí su respuesta: "Son las leyes del más grande legislador del mundo: Dios, que ha dado mandamientos precisos a los hombres, para que "el mundo viejo" se convierta en un "mundo nuevo" Si queremos servir a la humanidad, debemos recuperar estas leyes que están enterradas, estudiarlas, aplicarlas a nuestra vida y hacer que las apliquen más jóvenes y el mayor numero de personas posibles". Y presenta estas leyes "en perspectiva mundial", esto es, como "instrumentos para la construcción de un mundo nuevo". He aquí algún extracto:

1) "Yo soy el Señor tu Dios "no tendrás otro Dios fuera de mí"
Va contra este mandamiento (que pide amar a Dios con todo el corazón) quién hace de una cosa creada, de un objeto, su propio dios y lo ama sobre todas las cosas. Este es el pecado de idolatría. Aquí en Occidente no existe la idolatría, pero puede suceder que los jóvenes amen cualquier cosa por encima de Dios, y tengan pequeños ídolos en su corazón; y si alguien se los toca, se enfadan. Estos idolillos pueden ser: un coche, una muñeca, un animal, un balón, un ciclomotor, un libro y en la práctica, todas aquellas cosas que ponemos en el puesto de Dios en nuestro corazón. Pero solo hay un Dios y sólo a El tenemos que adorar, amar con todo el corazón, toda la mente, todas las fuerzas. Hay quien es supersticioso y quiere conocer o que le predigan el futuro a través de las estrellas o con la lectura de las cartas. Sólo Dios tiene en su mano nuestro futuro. Para vivir bien este mandamiento tenemos que dirigirnos a El y escuchar sus deseos, y también con oraciones y cantos. En este mandamiento queda resumida nuestra religión, que es nuestra relación con Dios.

2) No tomarás el nombre de Dios en vano
Tenemos que hablar de Dios solo cuando sea necesario y con profundo respeto. Algunos nombran a Dios con desprecio o llegan incluso a injuriarlo. Es el pecado de blasfemia. Pero también quien recibe a Jesús Eucaristía indignamente, comete un pecado que se llama "sacrilegio", es decir profanar una cosa sagrada. A menudo para las cosas importantes se pone a Dios como testigo, como por ejemplo, en los tribunales, y se puede hacer. Pero quien jura en falso, se llama perjuro y realiza un pecado grave. Jesús no quiere que juremos entre nosotros sino solo decir: sí, sí, si es sí y no, no, si es no.

3) Santificarás las fiestas
¿Cuántos jóvenes hoy olvidan la misa? Si no aman a Dios, tampoco van a El. Los días festivos tienen que ser para nosotros días recreativos espiritual y físicamente, que nos hagan recuperar energías para tener fuerzas para afrontar toda la semana. Si supiéramos de personas enfermas o abandonadas, en el día de fiesta debemos ir a su encuentro.

4) Honrarás a tu padre y tu madre
¡Realmente es para echarse las manos a la cabeza cuando vemos la actitud de superhombres que tiene ciertos jóvenes con sus padres! Muy lejos de honrarlos....¡Cuanta necesidad hay de esta ley de Dios! Los padres nos han sido dados por Dios. Tenemos que honrarlos, atenderlos, obedecerlos. Pero somos miembros no sólo de una familia, sino de una ciudad, un pueblo, de toda la humanidad. Y luego hemos sido bautizados convirtiéndonos en miembros de la Iglesia: tenemos que honrar la Iglesia, nuestra patria, a toda la humanidad. Entonces seremos jóvenes-mundo.

5) No matarás
No sólo prohíbe este mandamiento el homicidio y el suicidio, sino que nos recuerda que tenemos que cuidar nuestro cuerpo y nuestra salud. Un joven que bebe o come demasiado, o que fuma o se droga, va contra este mandamiento. Y no deben realizarse tampoco esfuerzos exagerados en el deporte, porque perjudican gravemente la salud. También tenemos que atender la vida de los otros: va contra este mandamiento quien pega al prójimo (¡para cuantos jóvenes pegarse es algo tan normal como comer o beber!). Tampoco podemos pensar en hacer morir el abuelo viejo para que no sufra más. Este pecado se llama eutanasia. Y no sólo: también el conducir de forma imprudente la moto puede provocar muertos y heridos. E incluso si no se mata el cuerpo se puede matar el alma, con el escándalo, llevando al mal a los otros.

6) No cometerás actos impuros
Antes que cometer un acto impuro es mejor morir. En las tentaciones que nos vienen, la única cosa que se puede hacer es huir rápidamente. No debemos permanecer allí para combatir con este enemigo. E invocar la ayuda de Dios y de la Virgen. Para permanecer puros tenemos que dominar la curiosidad, alejarnos de las ocasiones, no estar ociosos, que es la madre de todos los vicios. No entablar enseguida relaciones con el jovencito o la jovencita. Cuando se tiene la costumbre de caer en este pecado, se es una persona torpe, que caminan en la vida espiritual con los pies encadenados, y con las cadenas unidas a una bola de hierro. Pero nunca debemos desalentarnos. Los confesores tienen mucha misericordia de Dios para distribuir.



7) No robarás
Atención: se puede empezar robando algo pequeño al principio y luego cada vez más...
Hay que respetar la propiedad de los otros. Debemos estar atentos a no estropear las cosas que pertenecen a todos: playas, bosques, prados, ciudades, aulas de la escuela. Devolver lo que se ha recibido en préstamo.

8) No dirás falso testimonio
Va contra el octavo mandamiento quien miente, quién no mantiene las promesas, quién es hipócrita, quién halaga al otro para conseguir algo o los que acusan falsamente a los otros. Siempre se debe retirar la calumnia. No se la puede dejar libremente porque - decía el Cura de Ars - los que dicen calumnias son como los que llevan una gallina a la cima del campanario y la despluman dejando caer las plumas por todas partes. ¡Prueba luego a recogerlas todas!

9) No codiciarás la mujer de tu prójimo
Esto concierne a las personas mayores. No se dice sólo "no tomar” la mujer de otro, sino no desearla.

10) No codiciarás los bienes ajenos
Dios no sólo dice "no robar", sino también "no desear", porque el robo comienza en el corazón.

Estas son las leyes fuertes que Dios nos ha dado. Si el mundo las viviera cambiaría rápidamente. Tenemos que recuperar los diez mandamientos que son las leyes de Dios y hacerlas resonar de nuevo en los oídos de los hombres y dentro de nuestro corazón. Al mismo tiempo, cuando vino Jesús simplificó todo: Haced dos cosas: amar a Dios y amar al prójimo, porque quien ama no roba, quien ama no mata, no comete actos impuros, no calumnia, quien ama no comete pecados. Por lo tanto: amar, amar, amar. (Chiara Lubich) (PLR) (Agencia Fides 27/7/2004 Líneas: 99 Palabras: 1.209)


Compartir: