VATICANO - Documento final del VI Congreso Mundial sobre laPastoral del Turismo: la pastoral de las personas explotadas por el turismo sexual constituye una importante prioridad para la Iglesia

martes, 27 julio 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Ha sido público el documento final del VI Congreso Mundial sobre la Pastoral del Turismo, que se ha desarrollado en Bangkok, Tailandia, del 5 al 8 de julio del 2004, organizado por el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes, en colaboración con la Comisión Católica para el Turismo de la Conferencia Episcopal de Tailandia, sobre el tema "El turismo al servicio del encuentro entre los pueblos". El Documento recorre las jornadas del Congreso, subrayando las intervenciones de los participantes y los testimonios de cuantos trabajan en este campo, y al final presenta una serie de recomendaciones que surgieron del debate. En particular publicamos a continuación de integralmente, las Recomendaciones y Llamamientos sobre del Turismo sexual.
1. Durante el Congreso, se ha hecho hincapié en que el turismo, que ahora se ha convertido en un fenómeno social y económico de dimensiones globales, debe contribuir a reunir a las naciones y a las culturas; a valorizar el medioambiente sin deteriorar los recursos naturales; a elevar y enriquecer el nivel cultural y económico de la población local; debe contribuir también en la lucha contra todas las formas de discriminación y de explotación o, peor aún, de violencia sexual relacionada con mujeres y menores.
2. En este contexto, los participantes en el Congreso, inspirados por el amor especial de Cristo por los pobres, consideran que la pastoral de las personas explotadas por el turismo sexual es una alta prioridad para la Iglesia. Entre estas personas, las más vulnerables y las que se encuentra en la urgente necesidad de una atención apropiada son, sin duda, las mujeres, los menores y los niños. Pero la protección y la preocupación especial por los niños nos impulsan a recomendar, para este grupo muy especial de personas explotadas, lo siguiente:

a. A los niños que se encuentran en esta situación, es necesario ofrecerles cariño, protección legal y el restablecimiento de su dignidad humana.
b. En aquellos casos en los que el contenido de la Convención de los Derechos del Niño ha sido violado, como en el caso del abuso sexual, el niño no debe ser criminalizado. Aún más, los servicios de inmigración deberían proporcionar una atención especial a esta realidad.
c. Las autoridades estatales tienen que dar prioridad y urgencia a la neutralización del tráfico y de la explotación económica, sobre todo de niños, en el turismo sexual.
d. Las instituciones estatales tienen que intensificar la aplicación de las leyes que protegen a los niños de la explotación sexual en el turismo y llevar ante la justicia a los delincuentes, mediante esfuerzos intensivos, coordinados y consistentes en todos los niveles de la sociedad, y en colaboración con las organizaciones internacionales.
e. Las diócesis y las comunidades afectadas tienen que ofrecer la conveniente atención pastoral a los niños explotados por objetivos sexuales en la industria turística. Deberían fomentar la concienciación de la sociedad acerca de la gravedad de la situación y compartir la información relativa a este mal social y los métodos para combatirlo.
f. Las diócesis y las comunidades afectadas deben establecer estructuras para la pastoral de los niños explotados como un aspecto importante de su misión de evangelización, y cooperar mediante el diálogo y la acción con las autoridades locales estatales, para combatir la explotación infantil con medidas prácticas.

g. Las diócesis y las comunidades tienen que apoyar a los medios de apostolado existentes, o establecer nuevos medios, que se ocuparán de las víctimas con compasión y amor, y les proporcionarán ayuda legal, terapia y reintegración en la sociedad y, allá donde estén implicados los cristianos, en la comunidad de fe.
h. Conferencias nacionales y regionales sobre la Pastoral del Turismo deben ser tenidas para las autoridades competentes de la acción social y apostólica, para poner en práctica cuanto aquí se recomienda. (S.L) (Agencia Fides 27/7/2004; Líneas: 53 Palabras: 662)


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