ASIA/JAPÓN - Graves riesgos de salud para las mujeres embarazadas y los fetos expuestos a las radiaciones de Fukushima

jueves, 28 abril 2011

Tokio (Agencia Fides) – En estos días se cumple el 25 aniversario de la catastrófica explosión de la central nuclear de Chernobyl en Ucrania, tras la cual nubes de partículas radiactivas fueron liberadas en la atmósfera en Rusia y Europa. El desastre ha tenido efectos graves sobre la salud de la población, en particular sobre las mujeres y sus hijos por nacer. La ocasión de este aniversario, lamentablemente ha coincidido con el reciente desastre de Fukushima en Japón. Según un comunicado difundido por el IPS, el gobierno del país asiático ha declarado el máximo estado de alerta en la central nuclear de Daiichi, a la par sólo con el desastre nuclear de Chernobyl. Sin embargo, no se ha establecido un protocolo claro para proteger de las radiaciones a la población japonesa, en particular a las mujeres embarazadas y a sus fetos. Incluso las mujeres en edad reproductiva corren serios riesgos para sus cuerpos y su sistema reproductivo. En algunas investigaciones se muestra que la exposición de las mujeres a la radiación puede dañar su capacidad futura de tener hijos y puede causar el envejecimiento prematuro.
Según el Centro americano para el Control de las Enfermedades, la exposición de mujeres embarazadas a las radiaciones incluso a niveles bajos, provoca graves consecuencias en los fetos por nacer, tales como retraso del crecimiento, malformaciones, funciones anormales del cerebro, o cáncer que puede desarrollarse más tarde. Nadie mejor que las mujeres rusas supervivientes al holocausto nuclear de Chernobyl puede entender esta realidad trágica. La cantidad de radiaciones liberadas en la atmósfera se puede comparas con 500 bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945. En estos 20 años después de Chernobyl, unas 200 mil personas han muerto. Las mujeres que viven en las zonas más contaminadas de Ucrania y Bielorrusia se han visto afectadas por trastornos cromosómicos, leucemia, traumas psicológicos, depresión y defectos congénitos en sus hijos. El cáncer de tiroides y el cáncer de mama se encuentran entre las enfermedades que afectan a los habitantes de estas zonas. A la luz de estos riesgos, el gobierno japonés y los organismos internacionales deben tomar medidas urgentes.
Ni la OMS (Organización Mundial de la Salud) ni la International Atomic Energy Association, las dos organizaciones internacionales que controlan la salud y la seguridad nuclear, han proporcionado información sobre los efectos de la exposición del cuerpo de la mujer a las radiaciones. El gobierno japonés está llamado a hacer frente a la situación fomentando en las mujeres el someterse a los controles médicos específicos y a proporcionarles los recursos y estrategias específicas para reducir la exposición a las radiaciones, evitar los alimentos locales, incluyendo lechuga, leche, bayas y setas. Las mujeres embarazadas, en particular, durante el primer y segundo trimestre, deben prestar especial atención a lo que consumen, ya que la radiación pasa a través del cordón umbilical. (AP) (28/4/2011 Agencia Fides)


Compartir: