EUROPA/ITALIA - El Movimiento de los Focolares recuerda a Vincenzo-Eletto Folonari, que vivió treinta años bajo el signo del amor de Cristo.

jueves, 15 julio 2004

Roma (Agencia Fides) - "A Electo se debe sobre todo el nacimiento del Movimiento juvenil. Pueden testimoniarlo los jóvenes de entonces, a quienes siempre se dedicó, junto a su hermana Camilla, con un amor del todo especial, poniendo en evidencia en la Obra, la realidad, la vitalidad y la importancia de la formación de las nuevas generaciones", escribe Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, en una carta escrita con ocasión de la solemnidad del cuadragésimo aniversario de la desaparición de Vincenzo-Eletto Folonari, el pasado 12 julio.
Eletto fue uno de los primeros miembros al Movimiento de los Focolares. Todavía joven, decidió ofrecer todos sus bienes al Movimiento y, junto a ellos, toda su vida. ¡He elegido a Dios para siempre y sólo a Él! ¡Ninguna otra cosa!” escribió un día a Chiara Lubich comunicándole su decisión de dar al Movimiento todos los bienes que tenía en herencia, entre ellos, las 80 hectáreas sobre las que hoy surge la ciudadela de Loppiano, añadiendo: “No tenía ningún mérito para poseerlos porque los recibí gratis."
Joven sensible y bueno, Eletto se muestra en enseguida con un don para tratar con los jóvenes, tanto que a el se debe el nacimiento del Movimiento juvenil.
Un día de hace cuarenta años, Eletto decide acompañar a uno de "sus" chicos de excursión en barca en el lago de Bracciano. No sabía Electo que el lago se convertiría en su tumba y mientras se hundía en el agua, a causa de un desmayo que le arrancaba la vida, en su rostro se imprimía una gran sonrisa de quien está en paz porque ama, de quien vive en la alegría porque ofrece a los otros todo su ser. "Eletto hizo, como último acto de su vida, un acto de amor" ha escrito Chira Lubich, "quiere decir que estaba acostumbrado, porque de otro modo, en esos momentos, sólo se piensa en uno mismo"
"Eletto es un joven que encontró el sentido de la vida en Jesús" ha escrito Mons. Giulio Sanguinetti, obispo de Brescia, con ocasión del aniversario del 12 de julio. "Una vida donada como Jesús. Me gustaría que además de la estela que lo recuerda en las riberas del lago de Bracciano, hubiera también una estela en nuestro corazón: para que, según nuestras diversas vocaciones, sepamos imitarlo en la confianza total en Cristo, siguiéndolo sin reservas. Aquí y sólo aquí está el futuro de la Iglesia, en Italia, en Europa y en todo el mundo". (P.L.R) (Agencia Fides 15/7/2004 - Líneas: 30 Palabras: 432)


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