AFRICA/KENYA - Entre la sequía y la corrupción se agrava la crisis política de Kenia

jueves, 15 julio 2004

Nairobi (Agencia Fides) - El Presidente de Kenia, Mwai Kibaki, lanza la alarma sobre la sequía, pero su llamamiento es casi ignorado por los medios de comunicación locales que prefieren dar amplio espacio a las polémicas exacerbadas después de las duras acusaciones lanzadas por el embajador británico sobre la corrupción en la administración pública.
"Las primeras páginas de los periódicos kenianos de hoy, 15 de julio, están todas dedicadas a la disputa con el embajador británico" refiere a la Agencia Fides un acreditado comentador local contactado en Nairobi. "El llamamiento lanzado por el Presidente se encuentra en las páginas interiores". Ayer, 14 de julio, en una dramática rueda de prensa en Nairobi el Presidente Kibaki pidió ayuda inmediata de donadores internacionales para enfrentar, la que ha definido, como "catástrofe nacional". Según el Jefe del Estado keniano, la sequía, que ha afectado a amplias zonas de Kenia, pone en peligro a 3.300.000 personas. El Presidente también ha estimado la entidad de las ayudas que los donadores deberían proveer al país: 156.000 toneladas de comida, por un valor aproximado de 76 millones de dólares, y ayudas no comestibles por cerca de 32 millones de dólares.
"El problema de la sequía es grave. Efectivamente fuera de la capital, Nairobi, no llueve desde hace meses" confirma la fuente de Fides. De momento "La situación está bajo control. Pero la tragedia vendrá luego, dentro de pocos meses la falta de comida podrá afectar seriamente a millones de personas. Según datos oficiales, la cosecha ha disminuido al 60% en 5 provincias kenianas de 7."
En este contexto se inserta la polémica cebada por el embajador británico que acusa al gobierno de corrupción y derroche de las ayudas donadas por la comunidad internacional. "La plaga de la corrupción es un problema real, pero hay que distinguir la responsabilidad del gobierno de las condiciones determinadas por la naturaleza: la sequía es real. La corrupción puede ser un agravante si determina una diversificación de fondos, pero no es la causa de la situación" dicen las fuentes de Fides.
La elección de Kibaki, en diciembre del 2002 ha generado muchas esperanzas en Kenia, sobre todo la de superar el sistema de poder del ex Presidente Arap Moi, que ha gobernado el país durante décadas. "Pero si el Presidente y gobierno han cambiado, no ha ocurrido lo mismo a nivel de oficiales públicos y de administradores, que son los mismos del tiempo de Moi" dicen las fuentes de Fides. "Y desgraciadamente las prácticas corruptivas no han cambiado."
El país está atravesando además una grave crisis política por la reforma de la Constitución. Recientemente en Kisumu, la tercera ciudad del país, al oeste de Kenia, se han producido enfrentamientos entre manifestantes que pedían la aplicación inmediata de las reformas y las fuerzas de la policía (ver Fides 9 de julio del 2004). (L.M) (Agencia Fides 15/7/2004 Líneas: 35 Palabras: 485)


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