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San Paolo (Agencia Fides) - El fenómeno de la difusión de las sectas y la explotación sexual de las jóvenes en América Latina está asumiendo proporciones cada vez más grandes y preocupantes. Nos ofrece una idea del mismo el testimonio de Edinalva, joven de la "Casa Santa Bernardette" en San Paolo en Brasil. "No sé quién es mi padre", cuenta Edinalva, en un testimonio recogido por la Agencia Fides.
“Sólo he vivido un período de tiempo con mi madre. Luego fue confiada a mi abuela. La religión de la abuela era el Candonblè, y me llevaba con ellos ya desde niña, y también cuando crecí. (...) Tenía que hacer continuas donaciones al 'Padre del santo'. Nos pegaban si no hacíamos lo que nos decían... limpiar la casa, cantar... él estaba poseído de un espíritu que se llama 'el diablo de los siete cuchillos'. (...) ¿Las cicatrices que tengo sobre mi cuerpo? Son señales de los ritos del Candonblè. Sirven para defender el cuerpo contra el mal de ojo. Me llevaron a una habitación y entre sonidos y músicas me hicieron estos cortes. ¡Tenía que salir la sangre del cuerpo!... Los diablos la invocan para hacer el mal a los enemigos. La gente paga al Padre del Santo para que el diablo haga el mal a tu enemigo".
Concluye el dramático testimonio de Edinalva: "En realidad, todas estos signos sólo servían para hacerme esclava.... Hoy tengo fe en Dios... y quisiera poderme quitarme todas estos signos que llevo sobre mi cuerpo.... Por mucho que los esconda están hay …pero hoy soy feliz, sé lo que significa ser feliz, aquí en esta comunidad de Santa Bernadette. ¡Yo no he tenido nunca el amor de mi madre... ¡nunca supe lo que significaba el amor de una madre! Hoy yo soy madre y quiero que mi hijo pueda corresponder al amor que yo le tengo …ese amor que yo nunca he conocido y al que nunca he podido corresponder." (PA) (Agencia Fides 14/7/2004 Líneas: 24 Palabras: 351)
