AMERICA - Aprender a escuchar la voz de los emigrantes: las conclusiones del Encuentro Continental de Pastoral de las Migraciones

jueves, 9 diciembre 2010

Bogotá (Agencia Fides) –En el área geográfica Latinoamericana hay un notable aumento tanto de la emigración como de la inmigración, de la “feminización” de la migración, de las deportaciones masivas y del tráfico de migrantes y trata de personas, fruto también de la globalización, de la crisis del mercado liberal y de la economía mundial, en general. Hay que considerar además, el reciente fenómeno de la llegada de refugiados, solicitantes de asilo y migrantes provenientes de África y Asia, así como las migraciones forzadas a causa de los desastres ecológicos, mientras crecen las migraciones “de regreso”: esto es, en síntesis absoluta, la fotografía de las migraciones en América Latina y en el Caribe que emerge de las conclusiones del Encuentro Continental latinoamericano de Pastoral de las Migraciones, que se ha celebrado en Bogotá (Colombia) del 17 al 20 de noviembre, organizado por el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes y los Itinerantes en colaboración con la Sección para la Movilidad Humana del CELAM (Consejo Episcopal Latino-americano) (véase Fides 20/11/2010).
En el documento conclusivo, enviado a la Agencia Fides, se recuerda que el Encuentro ha tenido por tema “Por una mejor pastoral de las migraciones económicas y forzadas en América Latina y en el Caribe”, y que han participado 68 delegados (Obispos, sacerdotes, religiosas y laicos) en representación de 19 países americanos y del CELAM.
En las recomendaciones finales se invita a las comunidades cristianas a apoyar iniciativas que intenten constituir organizaciones de migrantes, de modo que éstos puedan ofrecer su contribución como actores e interlocutores en la sociedad de llegada. Sobre todo en las zonas de fronteras es importante fortalecer las organizaciones constituyendo así puentes sólidos en favor de los migrantes y de aquéllos que son forzados a dejar sus hogares, acompañando especialmente a los deportados o expulsados.
Además se recomienda, a quienes trabajan en este sector, el aprender a escuchar la voz de los migrantes y de los refugiados, ofreciéndoles la posibilidad de expresarse y restituyéndoles su dignidad humana, ayudándoles a formarse en la vida de fe como en la profesional, y en el aprender la lengua del país de llegada. “Es muy importante el respeto a los derechos de los trabajadores migrantes y consolidar la integración en las estructuras de las organizaciones de trabajadores ya existentes”.
Se exhorta a las Conferencias Episcopales al intercambio y a una colaboración eficaz, mientras que a los Obispos latinoamericanos se les invita a realizar visitas pastorales a las comunidades de sus connacionales que se encuentran en el extranjero, y a hacerles sentir su cercanía a través de cartas pastorales con ocasión de Navidad, Pascua y sus fiestas más significativas.
En los países de origen es necesario instituir programas de formación para sensibilizar a los potenciales emigrantes sobre los riesgos y peligros vinculados al tráfico de personas, especialmente de mujeres y niños, además de dar a conocer los canales regulares de emigración y de reunificación familiar, incidiendo políticamente para que haya leyes más justas que favorezcan la libre circulación de las personas. El conocimiento de la realidad migratoria debe ser promovida y favorecida en todos los sectores de la sociedad.
Por último se recomienda a los Estados la adopción de instrumentos internacionales para la protección de los derechos de todos los migrantes y de sus familias, así como de los refugiados y desplazados, mientras el CELAM ha sido invitado a escribir una carta pastoral sobre el fenómeno dirigida a los Obispos y fieles del continente, incluyendo las posibles respuestas pastorales, y ha elaborar un plan estratégico de acción regional-continental, con el apoyo del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, con el objeto de promover una mejor coordinación y diálogo entre las Conferencias Episcopales de los hemisferios norte y sur a la hora de afrontar los desafíos del fenómeno de las migraciones (SL) (Agencia Fides 09/12/2010)


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